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Muy pocos faltaron de los descendientes del matrimonio Raúl Bazán Dávila - María Isabe Ried Carrera en esta gran junta familiar de marzo 2024 |
El 17 de marzo del 2024 hubo una junta de la familia Bazán Ried, en la que estuvieron presente todos los hijos de Raúl y la Chabelita, y casi todos sus nietos. En total estuvieron presente 62 personas de los 76 que están relacionados con esta familia. Grandes ausentes son el Doc, Jorge Alcalde y la Pilarica a quienes siempre tendremos presente en nuestros corazones.
En la oportunidad, el Gordo (Raúl), dijo las siguientes palabras:
"Querida Familia;
Quiero partir agradeciendo a Jaime y Francisca la generosidad de ofrecer su casa para poder reunirnos a todos en este día.
Todos, somos los descendientes del matrimonio de nuestro padre Raúl Bazán Dávila con nuestra madre María Isabel Ried Carrera. Lo menciono así porque tal vez muchos de los bisnietos aquí presentes no tienen claridad de cuáles son sus origenes.
Este es un día de recuerdos y en alguna forma, un día de agradecimiento a nuestros padres.
Quiero empezar contando quiénes fueron y también contar un poco como era el mundo en la época que ellos nacieron y también nuestro mundo, tan distinto del que hoy vivimos.
Mi padre fue un hombre que se destacó enormemente, a pesar de haber tenido una infancia con muchas restricciones. Su padre murió cuando tenía, entiendo, cerca de diez años. Mi abuela quedó sin medios para vivir y con cuatro hijos pequeños. Tuvieron una infancia muy dura. Mi padre, apenas terminó el colegio, donde fue un alumno destacadísimo, empezó a estudiar leyes y a trabajar, para ayudar a su madre. A él le gustaba la arquitectura pero estudió leyes pues esta carrera le permitía también trabajar. Uno de sus primeros trabajos fue traducir un libro, escrito por un famoso escritor de nombre Stefan Zweig, llamado El Nilo. No es que él supiera alemán, pero una señora se lo traducía y él lo redactaba en castellano.
Se recibió de abogado con la más alta calificación.
En esa época hizo amistad con personas muy ligadas a la política como Jorge Prat, Víctor García y otros, quienes después tuvieron altos cargos en el gobierno de Carlos Ibáñez. De ahí vino su nombramiento como embajador en Brasil, cargo que ocupó por siete años. Después entró a trabajar al Ministerio de Relaciones Exteriores y tuvo cargos en España y en Nueva York como Cónsul General. Estando en esta última función, vino el pronunciamiento militar y fue nombrado por Pinochet Embajador ante NNUU. Ahí le tocó defender al nuevo gobierno y estuvo a cargo hasta que empezó a tener diferencias con el Ministro de RREE debido al problema de los derechos humanos.
Como persona no era muy afectivo en día a día. Sin embargo era capaz de escribir las cartas más emotivas. Yo recibí una carta de él estando en París, que me emocionó mucho, y me hizo llorar toda una tarde fría y lluviosa. Nunca París fue tan triste.
Por otro lado, le interesaban múltiples temas que los estudiaba a fondo. Así el arte, la arquitectura, la música, la literatura, no escapaban a su curiosidad. Un muestra es la casa de Montolín que él diseñó sin ser arquitecto. Hasta el día de hoy esta casa existe y es una de las más bonitas de esa calle.
Mi madre fue una persona excepcional, tanto es así que hoy todos nos sentimos unidos en el What's App, llamado "Chabelísticos" en su honor.
Ella era descendiente de José Migue Carrera, en grado de tataranieta. Este hecho hizo que desde nuestra más tierna infancia oyéramos de parte de nuestra abuela, que entre paréntesis fue la última en llevar el apellido de su ilustre antepasado, la trágica historia de los hermanos Carrera.
Ella también no tuvo una infancia holgada. Su padre era arquitecto y si bien en algún momento tuvo trabajos interesante, después se dedicó a la política puer era amigo de Arturo Alessandri Palma, de quien era medio emparentado. Esto le acarreó ser relegado en Vicuña cuando era presidente Carlos Ibáñez. De Vicuña se arrancó a Argentina con la ayuda de un arriero. Ahí hay mucho cuento entretenido pero no puedo alargarme más. Será para otra ocasión.
Así fue que mi abuela, que era una persona muy inteligente, se tuvo que hacer cargo de la casa.
Mi madre fue una destacada bailarina habiendo bailado en el Municipal. En esa época conoció a mi padre y se casó.
Como persona era muy acogedora, cariñosa y divertida. Con ella no se pasaban penas. Me acuerdo que estando en Dadinco, donde la Ximena, ella les contaba unos cuentos divertidos a sus bisnietas, quienes se reían mucho y le pedían que les repitiera los cuentos una y otra vez.
Recuerdo de muy chico, cuando íbamos a entrar al colegio, ella, en el tercer piso de la casa, cocía haciéndonos los mamelucos y a las niñitas delantales. También en la casa tejía los chalecos para todos y remendaba los calcetines usando una piedra, que a mí me intrigaba mucho, pues era un huevo perfecto.
Siempre tuvo un gran sentido social. En Brasil todas las semanas iba a coser a una fundación que tenía la señora del presidente Jucelino Kubitscheck. En Chile tambén participaba en una fundación llamada la Gota de Leche, que proveía de leche a la gente más humilde.
Era una persona muy aterrizada. Por ejemplo, mientras estábamos en Brasil, nunca dejó de ir personalmente al supermercado a pesar de contar con muchos empleados en la casa. Ella siempre decía que no se quería acostumbrar mal, pues algún día no íbamos a tener una vida tan holgada.
Pasamos con ella muchos veranos en Algarrobo donde gozaba bañándose en el mar hasta avanzada edad.
La vida familiar se desarrollaba normalmente en el living, donde estaba la radio. Las emisoras transmitían mucha música y radioteatros. Así oímos la epopeya del Adiós al Séptimo de Línea. Al papá le gustaba la música clásica y los comentarios políticos a la hora de almuerzo. Junto a la radio estaba el tocadiscos, aparato que permitía reproducir discos con música. Los primeros discos eran de un material muy frágil y si no se trataban con cuidado, se podían quebrar. Aparte, era fácil que se rayaran y cuando esto sucedía, se quedaba pegada la música.
El barrio era muy tranquilo, tanto así que íbamos al teatro Oriente caminando solos los hermanos, siendo que ninguno pasaba los 10 años.
Con Alvaro íbamos solos a la peluquería que quedaba en Providencia, cerca de la Casa Nacional de Niño.
El primer auto que tuvo el papá fue un Chevrolet del año 49. Lo cuidaba como joya y tenía distintos líquidos para limpiarlo, lo que hacía muy a menudo, pues lo tenía impecable.
Los juegos de los hombres eran las bolitas, el trompo, el emboque y, naturalmente los juegos con pelota. A las niñitas le gustaban las muñecas, la papaya.
Y así pasaba la vida hasta qu enos fuimos a vivir a Brasil. Allí comienza otra etapa que en otra ocasión les contaré.
Aprovecho de recordar a los que ya partieron, la Pilita y Jorge.
A todos los que no pudieron venir, les mandamos un gran abrazo y decirles que los tenemos muy presentes.
Como he dicho en otras ocasiones, hoy quedan lindos recuerdos en el alma y una nostalgia infinita en el corazón."
Raúl Bazán Ried
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PALABRAS DE ALGUNOS NIETOS DE LA CHABELITA
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Para mi ser Chabelisticos es compartir recuerdos, sobre todo de la casa de Montolin escuchando al tata decir apenas uno entraba “no corra en la escalera” no ponga las manos en la muralla” “no se tiren por la baranda” y varias más. Siempre en su escritorio con la máquina de escribir que no paraba, lleno de cosas entretenidas, muchos lápices, gomas de borrar y liquid paper, me encantaba ir a hurguetear y el tata siempre decía que no nos metiéramos a su escritorio “si se meten a mi me duela la cabeza”. La Chabelita la recuerdo siempre riéndose contándonos alguna historia o recitando una poesía ( a veces subida de tono, que le encantaban!!! ) bailando… sus álbumes llenos de recuerdos.
Me acuerdo del pan de molde tostado con mantequilla…
Chabelistico también es Brasil, lugar que los marcó inmensamente. Creo que todos tenemos un cariño especial por ese país de solo escuchar las miles de historias que vivieron nuestros padres allá. Eso creo que nos une como Chabelisticos
Rosario Bazán Soffia
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Chabelita Abuela querida, llena de alegría y amor por su familia, con gran espíritu familiar, divertida, cariñosa, alegre, bailarina y cantante en las reuniones familiares. Siempre preocupada por el bienestar de sus seres queridos, dispuesta a escuchar y aconsejar con sabiduría. Su risa resonaba en todos los rincones de la casa, contagiando a todos con su energía positiva.
Que gran vacío, dejaste en nuestros corazones, pero también un legado de amor, alegría y sabiduría que siempre recordaremos con cariño. Tu espíritu vivirá eternamente en nuestra familia, guiándonos y protegiéndonos desde el cielo. Te recordaremos siempre con alegría y gratitud por todo lo que nos diste.
Isabel Alcalde Bazán
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Ya han pasado 14 años desde tu partida y todavía sigues presente en todos los momentos más importantes de nuestra vida. Desde el espumante que abríamos los domingos en cada una de tus visitas, tus cantos y bailes pícaros y graciosos que nos sacaban carcajadas hasta caer al suelo. Tu educación consistió en enseñarnos a buscar la felicidad, desde el amor de pareja, el amor por los perros ( que eran tu gran pasión) hasta el deporte y las actividades al aire libre. Tu búsqueda incansable por la felicidad es lo que más nos marcó, tus bailes y poesías aún hasta el día de hoy retumban en cada ambiente que bailaste y nos regalaste con tu risa-
Luz María Bazán B.
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Bajo el sol resplandeciente de este almuerzo familiar, nos reunimos para celebrar a Chabelita, una abuela que irradiaba carisma, alegría y elegancia.
Inspirados por las palabras de Borges, recordamos que la vida está hecha de momentos, y que es en esos momentos donde reside la verdadera esencia de la existencia. Ser chabelístico es abrazar la vida con pasión y generosidad, vivir cada momento con intensidad y disfrutar cosas simples.
"Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores, de ser menos perfecto y más espontáneo!, como lo era ella.
Que este encuentro sea un homenaje a su espíritu, recordemos siempre la importancia de vivir plenamente, disfrutar cada instante y de no perder de vista el ahora!! VIVAN LOS CHABELISTICOS
Verónica Bazán H.
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Es irónico, ... con enorme tristeza nos reunimos para despedir a quien se preocupó toda la vida de hacernos reír y gozar. No creo que ella estuviese de acuerdo, por lo que quisiera invitarlos a reflexionar respecto a lo increíblemente afortunados que hemos sido por habernos topado con este ser iluminado durante este breve paso por la tierra.
Mientras escribo escucho sus carcajadas y cantos, la veo saltar y bailar, animando a todo el mundo, haciéndonos olvidar los problemas y apremios del día. De un pincelazo, con un saludo especial para cada uno se preocupaba de que nos sintiéramos los más importantes, y como no, si en ese minuto teníamos la exclusiva atención de la mujer más bella, la más querida, la más admirada, una mujer que irradió alegría siempre, verdadera luz.
Parientes y amigos, conocidos y casuales transeúntes fuimos testigos de miles de sus actos geniales, chispazos que hicieron aparecer millones de sonrisas a lo largo de su vida, sonrisas a las que ella respondía con la propia. Sin duda esa era su droga: la alegría de los demás, no podía vivir sin ella.
Son miles las anécdotas que todos recordamos. También muchísimos los geniales cuentos que le escuchamos. Todos momentos especiales que siempre dieron ganas de alargar. Que no se nos borren nunca !
Ahora nos priva de su presencia en este mundo que tanto le gustaba. Obviamente saldrán lágrimas, pero ojalá duren poco, pues seguro que no es lo que ella querría, sino que todo lo contrario, estaría encantada que comentásemos y compartiésemos los recuerdos más simpáticos que tenemos de ella, de lo bonita que era, de lo simpática, de lo graciosa, de lo agraciada, de lo habilosa, lo cariñosa, lo pícara y lo divertida que siempre fue.
Pero ¿Y mañana, ...? ¿Cómo haremos para seguir sin ella? Fácil, quedamos nosotros, su sangre, sus amigos, todos sus admiradores, quienes no podemos dejar que lo que ella nos enseñó muera con su cuerpo. Esparzamos la palabra de la "Chabelita" durante lo que nos queda a nosotros, hagamos reír a nuestros amigos, conocidos y desconocidos, regalemos alegría como ella nos enseñó y hagamos de este un mundo mejor.
Doy gracias a Dios por haberme cruzado con un ser iluminado: Isabel Ried Carrera, no ha sido en vano.
Nos encargaremos cual discípulos de trasmitir lo que nos has enseñado para que tu luz, tu color y tu alegría sigan invadiendo la tierra. Buen viaje querida abuela !
Gonzalo Téllez Bazán