Finalmente nuestro querido cuñado ha partido a encontrarse con la Pila y con sus padres y tía.
Pero no nos ha dejado, nos acompaña desde arriba, posiblemente intercediendo ante nuestro Señor para que todos los que hemos sido privilegiados en conocerle, tengamos la Gracia que nos permita ver y actuar como lo hizo él en este mundo.
Sé que lo que digo es poco consuelo. Igual estamos tristes y echándolo de menos.
Porque Jorge fue siempre una persona muy cariñosa, sensible y llena de amor.
Jorge nos deja una gran lección y un camino muy claro que seguir. Qué duda cabe que Jorge era una persona feliz? Jorge vivió entregando amor, la clave de la felicidad.
No era una persona de muchas palabras, pero era certero, agudo, transparente, polémico, discutía con pasión, pero siempre fue respetuoso del diálogo y de la diversidad. Los almuerzos familiares eran una gran oportunidad de compartir y de formar. Nunca faltaban temas, siempre había mucha energía. Jorge contribuyó a formar una familia distinta que no se encuentra fácilmente en el mundo de hoy.
Cómo nos hacen falta más Jorge Alcaldes en nuestra sociedad, porque justamente el supo entregarse a los demás cómo persona y como médico, siempre dedicando una atención personal.
Era médico de cuerpos, pero al mismo tiempo llegaba al alma. Los que alguna vez fuimos tratados por él, nos sentíamos como que si fuéramos la persona más importante del universo. En mi caso siempre pensé que esta atención hacia mí era por el amor que tenía hacia mi hermana, porque quién era yo para ser tan considerado por el Doc? Pero era así con todos sus pacientes.
Era una persona sensible, le gustaba el arte, la fotografía, la naturaleza, la historia, la literatura, la música. Era una persona culta, interesada por el conocimiento y el origen de las cosas. Era una persona inquieta y sensible socialmente. No le interesaba ganar plata. Podría haberse dedicado a producir muchos millones. No le faltaba inteligencia ni capacidad emprendedora o administradora. Pero prefirió entregarse a la familia y al prójimo. La Pilita fue un gran pilar en esa familia que Jorge supo afirmar poniendo una sólida base a prueba de cualquier cataclismo.
La familia que Jorge contribuyó a formar debiera ser uno de los modelos de familia cristiana que todos debiéramos seguir. Mucho amor, mucho respeto, mucha tolerancia, pero siempre reglas muy claras.
Ayer escuchábamos en el Evangelio que Jesús nos dice que el que no está contra nosotros, está con nosotros. Hay muchas formas de seguir a Jesús y sin duda que Jorge tenía su corazón completamente abierto para recibir el amor de Dios, puesto que él nos transmitía ese amor y esa paz que reflejaba su mirada.
No debiéramos apenarnos de la partida de Jorge, yo sé que esto es un decir, puesto que los sentimientos sobrepasan la razón y hoy día igual lo estamos llorando.
Pero alegrémonos de haber sido privilegiados de haberlo conocido en persona. Recojamos el mensaje que Jorge nos entrega con el ejemplo que nos dio a lo largo de toda su vida.
A la Pilar y a los hijos y nietos de Jorge, si sirven de consuelo estas palabras, entonces alégrense. Jorge nos deja un claro camino a seguir y nos deja mucho amor que debemos ser capaces de multiplicar.
Jorge ahora descansa tomado de la mano de la Pila. De seguro que nos está apoyando para que nuestras cruces las podamos llevar con la esperanza de que algún día nos volveremos a reunir.
Jorge, que Dios te acompañe. Descansa en paz.
Santiago, 1 de octubre de 2012