Carta publicada en El Mercurio el 19 de abril del 2010
Señor Director;
Si hay algún diplomático de carrera que prestigia al Servicio Exterior, ese es Roberto Matus. Su profesionalismo, seriedad y compromiso con el país, su capacidad de trabajo, su profundidad analítica, su forma de relacionarse con las personas, su efectividad para establecer confianzas, además de su extraordinaria calidad humana, explican por qué, siendo tan joven y no teniendo la antiguedad o grado suficiente, le han dado cargos de alta responsabilidad que tradicionalmente ocupan personas de grados más altos.
Pero su labor no solo ha sido al interior de la Cancillería, sino que ha trascendido por haber estado relacionada permanentemente en ayudar al sector privado en abrir mercados en EEUU, siendo tremendamente efectivo en ello. La intervención de Roberto ha sido siempre muy criteriosa. Personalmente me consta su valioso aporte en lograr un acuerdo de libre comercio con EEUU.
Por eso no me cabe duda que esa capacidad excepcional de Roberto seguirá siendo reconocida por las autoridades superiores de la Cancillería si es que prima el criterio técnico por sobre el ideológico y el pragmatismo por sobre el dogmatismo.
Lamento que la ADICA se haya prestado para una acción como la que señala El Mercurio el día sábado 17 pasado. Por el bien del profesionalismo del Servicio Exterior, esa decisión debiera revisarse y dejada sin efecto.
Jaime Bazán Ried
Ex Director de ADICA
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