viernes, diciembre 24, 2010

Navidad familiar

Por iniciativa de la Vero, tuvimos una entretenida navidad familiar en mi casa.   Se juntaron todos los hijos de la Chabelita, faltaron unos cuantos nietos y otros bisnietos, pero el grupo fue lo sufiecientemente representativo de todos los Bazán. 

Toda la familia reunida con algunas lamentables excepciones

Hasta el Segundo participó del ágape

Los Bazán Ried con la Chabelita

lunes, diciembre 13, 2010

Viaje a Huinay (2)

El sábado 11 subimos el cerro El Tambor para ver un bosque de Alerces, árbol milenario que se caracteriza por la calidad de su madera, su resistencia y por su crecimiento que puede llegar hasta los casi cien metros de altura.


Vista del pueblo de Huinay


El grupo preparandose para ir a ver los Alerces

Una de las labores de la Fundación Huinay es revertir precisamente esta tendencia, preservando el bosque nativo, así como también investigando las distintas especies tanto de la flora como de la fauna. Para ello la comunidad científica está trabajando en diversos proyectos en el Parque Huinay y no solamente ha descubierto ya más de 300 especies que eran desconocidas, sino que también está haciendo una labor de difusión a nivel de congresos internacionales, sino que también por medios de publicaciones de alto nivel.


La Portada, rodeado de dos antiguos Coigues

El bosque valdiviano parece una selva tropical


Tuvimos que subir 900 metros por un cerro no solamente con una gran pendiente, sino que también con alta densidad de vegetación. Fue un ascenso duro, muy duro, que costó, pero por la maravilla de sus paisajes, valió la pena.


Las caídas de agua abunda, incluso en las alturas

Un alerce de casi mil años

El majestuoso alerce
El domingo 12 hicimos un día más tranquilo. Tanto Chuma como yo estábamos molidos por el tremendo esfuerzo que hicimos ayer y yo personalmente estaba bastante adolorido, especialmente en la piernas y en la espalda cuando caminaba.


Huinay desde las alturas
Por lo tanto decidimos irnos caminando hacia el río, para ver la afluencia del río Huinay con otro ...., lo que significaba una caminata suave por unos potreros que, eso sí, estaban todos embarrados. Pero rica caminata. El día estaba nublado, con una suave llovizna que no dañaba, pero que impedía ver la majestuosidad del paisaje en todo su esplendor.


En la confluencia del río Huinay con el ...
De ahí nos fuimos a la escuela de Huinay, pues había una ceremonia de cierre de año. La Escuela de Huinay funciona en un edificio moderno que tiene espacio para internar hasta 20 niños, pero ahora solo hay 7. En la escuela también había un grupo de evangélicos que habían venido a misionar entre los colonos. Los evangélicos eran un grupo de cinco personas, entre ellos dos artistas que les hicieron show a los niños.

El paisaje de Huinay es permentemente verde

Los helechos de pegan a las rocas formando colores imponentes
El líder del grupo era hijo de pescador de la zona, que murió cuando éste tenía 13 años. De origen humilde, fue capaz de salir adelante, de hacerse cargo de su familia y más encima de tener suficientes recursos para tener un barquito con el cual se traslada por la zona y, más aún, el tesoro más grande que tiene que es haber sabido recoger y transformarse con la Palabra.


Las termas de Porcelana son un buen lugar para relajarse
Los niños de la escuela, amorosos todos, hicieron una representación teatral, El Mensaje, muy bien dada. De ahí nos fuimos a almorzar y luego nos fuimos a las termas, que están al otro lado del fiordo. Siervieron para relajar los músculos que todavía estaban medio acalambrados. Estas aguas termales salen del volcán Porcelana. Fue nuestra última actividad antes de volver a las cabañas, comer y acostarnos para partir de regreso a Santiago el lunes a las 8 am.


Las cabañas de la Fundación Huinay desde el mar


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sábado, diciembre 11, 2010

Viaje a Huinay

Invitados por la Fundación Huinay, que es apadrinada por ENDESA, hemos venido a visitar el Parque Nacional Huinay, ubicado al Sur de Puerto Montt, a la misma altura de Castro, pero en el Chile continental. Huinay tiene una larga extensión que va desde el mar hasta la frontera con Argentina, y que está rodeada por el Parque Pumalín Norte y Pumalín Sur. Pero aparte de un letrero que advierte la entrada a Huinay, donde se informa que por decreto oficial su objeto es la investigación de la flora y la fauna, las fronteras no se advierten, ni nada que pudiera separar a los hombres.
La Caleta Arenas
Vinimos Chuma y la Sofía, José Luis y la Carola, y lamentablemente fallaron Antonio Errázuriz y la Betina. Para llegar a este lugar, es necesario tomar un avión a Puerto Montt, de ahí recorrer aproximadamente tres horas en auto, en un camino pavimentado hasta la mitad que nos lleva a Hornopirén Pero también un tramo de 45 minutos se hace por transbordador.

Trasbordador saliendo de Caleta Arenas
Una vez en Hornopirén, tomamos una lancha que nos interna por un fiordo lleno de sorpresas, con paisajes salvajes donde vemos desde espectaculares caídas de agua, cerros con frondosas vegetaciones que caen abruptamente al mar, hasta jaurías de lobos marinos que tranquilos y relajados, expresan sus sentimientos con fuertes y desordenados rugidos que más bien parecen cantos y gritos de alegría por estar en algo tan semejante a lo que debe ser el paraíso.
Caídas de agua que van a parar al mar
El viaje nos tocó con lluvias a ratos, pero con un mar muy tranquilo. Ya era tarde, aunque todavía había luz, pues a pesar de que ya eran como las 10 de la noche, en estas latitudes en el verano el día se alarga por más de 14 a 15 hrs. También comenzaba a bajar la temperatura, por lo que anhelabamos llegar pronto a nuestro lugar de destino.
El pueblo de Huinay está al fondo del Fiordo
Y lo comenzamos a divisar a la distancia. Se veían algunas luces que se fueron traduciendo en unas difusas casas y luego en un precioso lugar donde unas cuantas villas albergan a una población de unas 20 personas, más algunos científicos que pasan temporadas del año haciendo investigación, y visitas como nosotros que pasaremos dos días recorriendo el parque.

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