jueves, octubre 31, 2024

CARRETERA AUSTRAL (4)

 Martes 15 de octubre de 2024, día 9

Cerro Castillo

Nos despedimos de Puyuhuapi con la partida de la lancha que sale a las 9 am del Lodge.    El día estaba radiante, ni una sola nube, especial para visitar el parque Queulat y apreciar el "Ventisquero colgante", que se encuentra a pocos kms. del muelle del lodge de las termas.  

Despedida del Lodge Termas de Puyuhuapi

El parque Queulat al fondo, fiordo de por medio

Nosotros trataríamos de visitarlo con las entradas del domingo que no pudimos utilizar, pero que tampoco pudimos actualizar por no tener señal durante los últimos dos días.

Cuando llegamos a la entrada del parque, fuimos a hablar con el guardaparque y le explicamos lo que nos había pasado.   Muy comprensivo, nos dijo que por esta vez no nos pondría problemas, pero que siempre era más prudente arreglar la situación a través de la pg. web (https://www.rutadelosparques.org/), la que de acuerdo con nuestra experiencia, no funciona muy bien ni tampoco es muy amistosa. 

Mapa de los senderos del Parque.  

El parque está muy bien cuidado, los caminos que tienen dificultades por lo barroso o empinados, tienen por lo general pasarelas de fierro que facilitan el paso.   Hicimos un sendero corto de menos de 1 km. y con un desnivel de 117 mts., que nos tomó 55 minutos recorrerlo de ida y vuelta.   Teníamos que seguir nuestro camino a Cerro Castillo, y no queríamos llegar tarde a nuestro destino final.  Calculamos unas 5 hrs. de viaje.

Vista del Ventisquero colgante desde el Sendero Ciudad de los Césares

El imponente Ventisquero Colgante del Parque Queulat

La flora en este parque también es riquísima y muy diversa.   Gran iniciativa de conservación

Alrededor de las 11.30 hrs. reanudamos nuestro viaje hacia Cerro Castillo, pasando por Coyhaique, donde almorzaríamos.     Nuevamente tuvimos que cruzar la cuesta Queulat, esta vez con un cielo azúl y transparente, que nos permitió admirar otra vez más estos grandes macizos que parecieran resguardar permanentemente el camino que se entromete entre ellos.



Con el pasar de los kms., y ya más cerca de Coyhaique, el panorama comienza a cambiar, dejando atrás a las montañas que nos rodean por los cajones y ampliándose la tierra para entrar en valles más extendidos.


Cuando nos íbamos acercando a Coyhaique, cambiamos de opinión y decidimos no entrar en la ciudad, o al menos pasar lo más marginalmente posible.    Eran como las 3 pm y nos dio un poco de ansiedad encontrarnos con una ciudad con muchos autos y tacos, además de que a la entrada estaban haciendo muchos arreglos en el camino, lo que haría más lenta nuestra pasada.   Por eso decidimos pasar a algún supermercado para comprar la comida que llevaríamos a la cabaña y seguir cuanto antes.

Fue una buena idea, pues no estábamos con hambre y si con muchas ganas de llegar pronto a nuestro destino.

Llegamos a la cabaña Casa Bosque, del fundo Las Bardas como a las 18:30 hrs. donde nos esperaba Andrés, su dueño, un arquitecto que se trasladó a la zona desde Santiago hacía ya 3 años.  Allí ha encontrado la felicidad de estar casi como en el paraíso, pese a lo crudo que es el invierno.   La Cabaña Casa Bosque era una casita muy modesta que Andrés la remodeló y que quedó muy acogedora.   Dos habitaciones, una cocina con sala de estar y un baño bastante amplio.    Bien calefaccionada (salamandra), bien equipada, con ricas camas y sábanas, y bien aislada del frío, nos permitió refugiarnos esa noche luego de comer una buena ensalada césar con pollo, un buen vino y buen descanso.


Instalándonos en la Casa Bosque con Andrés, su Anfitrión

Preparándonos para el aperitivo y la comida

Miércoles 16 de octubre de 2024, día 10

Cerro Castillo

Cerro Castillo es un lugar mágico donde el perfil de las montañas marca toda la escena, destacándose la montaña que parece un castillo, por lo que se le apodó con ese nombre:  Cerro Castillo.   Es un lugar de mucha naturaleza, con campos de ganadería, y mucho potencial turístico.   Está a 20 minutos del aeropuerto de Balmaceda, y también a 40 minutos del lago General Carrera, también de gran atractivo turísitico.

Es una buena ruta para los motoqueros que buscan emociones!

Luego de tomar un buen desayuno, nos fuimos a Villa Cerro Castillo a ponerle bencina al auto y aprovechar para consultar sobre los lugares interesantes que debíamos visitar.   De partida se nos dijo que el parque nacional estaba cerrado por tener aún mucha cantidad de nieve.  Entonces el bombero que nos llenó el estanque en la bomba Pronto Copec, nos sugirió varias cosas que seguimos al pie de la letra:
Visitar el Museo Cerro Castillo, que está en las afueras de la Villa, el Lago Tamango y almorzar en el restaurante Ruta 7, que tiene vista directa al Cerro Castillo.

Lago Tamango:  El reflejo de las montañas en el agua es muy maravilloso

Lago Tamango:  Es una paisaje para enmudecer y contemplarlo eternamente!  Grandioso el Creador!

Restaurante Ruta 7 en Villa Cerro Castillo

Lamentablemente, para variar, cerrado, el museo estaba sin que hubiera ninguna señal de cuándo abriría.  
Pero estábamos tan extasiados con el paisaje que ni nos importó.  Seguimos nuestro camino hacia el Lago Tamango, un camino de tierra en que no se recomienda andar a más de 50 kms. por hora, afortunadamente con poco tráfico.  Cuando llegamos al lago y luego de costearlo por algunos kms., paramos en un mirador donde quedamos enmudecidos de ver un paisaje tan hermoso.   Realmente ver esas bellezas son un combustible para el alma, energía para sobrevivir en la selva de la ciudad, que cada vez se pone más tóxica.   Gozamos con el panorama, muy refrescante.   Cuando comenzamos el retorno, nos fuimos agradecidos del privilegio de estar viviendo esta experiencia y, como dice la Francisca, con el "corazón calentito".

Terminamos la mañana almorzando en Ruta 7,  un restaurante en Villa Cerro Castillo que tiene una vista directa hacia el Cerro Castillo, y también una terraza para almorzar, que ese día asoleado y templado escogimos para alimentarnos.     Tomamos una buenas cervezas locales y, en mi caso, un lomo a lo pobre.  La Francisca fue más sabia y escogió papas fritas a lo pobre.   Mi lomo no estaba bueno.  Pero igual con esa vista privilegiada, cualquier cosa se perdona!

De vuelta en Casa Bosque, fuimos a caminar por el fundo Las Bardas.  Hicimos un recorrido muy bonito que nos llevó hasta un mirador donde se veía el paso del río Ibáñez que desemboca en el Lago General Carrera.   Fue una tarde tranquila, relajada y un tanto nostálgica, pues a partir de ahora comenzábamos el retorno a Santiago.

Vista desde lo alto del Río Ibáñez

El Río Ibáñez en segundo plano


miércoles, octubre 30, 2024

CARRETERA AUSTRAL (5)

 Jueves 17 y Viernes 18 de octubre de 2024, días 11 y 12

Caleta Gonzalo

Temprano, a las 9 am, iniciamos nuestro retorno a hacia Santiago.  La ruta sería alojar en el pueblo de Puyuhuapi en la noche, el viernes en Caleta Gonzalo y el sábado en Ralún, para tomar el avión el domingo.

El camino a Puyuahuapi fue muy bonito.   Pese a que era el mismo que hicimos a nuestra ida, la vuelta se ve desde otro ángulo y a distinta hora del día, lo que nos permitió apreciar mucho más todo el valle de Coyhaique.   Precioso lo que veíamos.   Al llegar a Coyhique tomamos el by pass que nos evitó pasar por la ciudad.   También tomamos un camino que no fue el mismo de la ida.   Pero era la ruta 7, ruta que no está pavimentada en un tramo como de 80 kms., pero que pasa por unos campos realmente de una gran belleza.

En este camino nos encontramos con un jeep 4x4 dado vuelta en una curva.   Parecía reciente el accidente, paramos para ver si había algún damnificado y no encontramos a nadie.  Muy raro, porque tampoco vimos a nadie en el camino, pero al parecer los pasajeros se fueron a alguna casa por los alrededores y lograron comunicarse con una grúa, pues cuando seguimos nuestro camino, nos cruzamos con una grúa que al parecer venía en rescate del vehículo accidentado.

Continuamos el viaje, cruzamos la cuesta Queulat, todo con buen tiempo, comenzamos a bordear el fiordo de Puyuhuapi y en un momento nos encontramos con otro accidente.  Una camioneta 4x4 que había chocado por atrás a otra, quedó completamente inmovilizada.  Pareciera un cuento inverosimil que pase esto en plena Carretera Austral, donde no hay mucho tráfico.  Pero así son los accidentes y las distracciones pueden costar caro.

En Puyuhuapi nos fuimos al hotel que habíamos reservado, pero o sea porque ese día el hotel no estaba muy presentable, o sea porque veníamos mal acostumbrados por nuestros alojamientos previos, la cosa es que no nos gustó y decidimos seguir viaje a Caleta Gonzalo, previo confirmar que conseguiríamos alguna cabaña.   Almorzamos en Comuy Huapi, almuerzo sencillo pero bueno, y seguimos a Caleta Gonzalo donde nos informaron que la cabaña Colonos, donde ya teníamos reserva, nos esperaba.

La vista desde la Cabaña Colonos

Vista de las casas de Caleta Gonzalo donde están los viveros, las huertas y las casas de mantención

Llegamos como a las 8 de la tarde, todavía con luz, y nos instalamos luego de que nos ayudaron a transportar una de las dos maletas que llevábamos, puesto que la cabaña estaba como a 500 mts. del estacionamiento.   Muy rica, muy aislada, silenciosa y encantadora.   El viernes tuvimos un día relajado en Caleta Gonzalo, nos levantamos más tarde, dimos algunos paseos por la playa alrededor del hotel, y luego nos fuimos a comer al hotel, como despedida de este magnífico viaje.  Para variar la comida muy rica y la atención mejor.   Gente muy buena, muy sana y muy profesional.     Nos quedamos dos noches para el día sábado embarcar en el transbordador que nos llevaría a Hornopirén.   Gran estadía tuvimos!

Sábado 19 de octubre de 2024, día 13

Ralún

El viaje de regreso se hace un poco largo.    Tomamos el transbordador a las 12.30 hrs pm y a las 5.30 desembarcamos en Hornopirén.   Ya cansados iniciamos el viaje a Ralún, bordeando el seno de Reloncaví. Es un camino muy bonito pero muy duro, es de ripio y también muy transitado, lo que lo hace lento y a ratos, tedioso.    Ya lo único que queríamos era llegar a descansar, pese a que la tarde estaba muy nítida, la luminosidad del atardecer coloreaba los cerros y la vegetación con un verde muy intenso y un cielo y mar entre plateado y rojizo por el sol.

Por Cochamó pasamos ya sin luz, tipo 9 pm.   Allí buscamos algún lugar donde comer y caímos en La Casita, un restaurant muy sencillo pero que nos atendieron muy bien y comimos una rica ensalada.

Finalmente llegamos al Lodge Mareas de Ralún, que en realidad son una cabañas bien cómodas y aisladas.  Dormimos profundamente luego de un día de viaje y al día siguiente nos fuimos temprano hacia Puerto Montt a dejar el auto y tomar el avión a Santiago.  El camino Ralún - Puerto Montt es todo pavimentado, muy bonito.  Nos tocó lluvia, pero igual tiene su encanto.   Bordeamos el lago Llanquihue desde Ensenada, que cada vez se ve más poblado, pese a que ha crecido con mucho gusto y en forma armónica.   Lindo lugar en el sur de Chile.

Al aeropuerto El Tepual en Puerto Montt llegamos a las 3 pm, entregamos el auto y nos instalamos en el Salón Pacific a esperar la partida del avión, no sin antes hacer las gestiones para recuperar un kindle que se me había quedado en el avión a la ida.   El kindle estaba lo que habla muy bien de la aerolínea LATAM que lo guardó.

En resumen, un viaje muy recomendable, un gran alimento para el espíritu y tremenda oportunidad para desconectarse de las preocupaciones cotidianas.