Martes 15 de octubre de 2024, día 9
Cerro Castillo
Nos despedimos de Puyuhuapi con la partida de la lancha que sale a las 9 am del Lodge. El día estaba radiante, ni una sola nube, especial para visitar el parque Queulat y apreciar el "Ventisquero colgante", que se encuentra a pocos kms. del muelle del lodge de las termas.
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Despedida del Lodge Termas de Puyuhuapi |
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El parque Queulat al fondo, fiordo de por medio |
Nosotros trataríamos de visitarlo con las entradas del domingo que no pudimos utilizar, pero que tampoco pudimos actualizar por no tener señal durante los últimos dos días.
Cuando llegamos a la entrada del parque, fuimos a hablar con el guardaparque y le explicamos lo que nos había pasado. Muy comprensivo, nos dijo que por esta vez no nos pondría problemas, pero que siempre era más prudente arreglar la situación a través de la pg. web (https://www.rutadelosparques.org/), la que de acuerdo con nuestra experiencia, no funciona muy bien ni tampoco es muy amistosa.
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Mapa de los senderos del Parque. |
El parque está muy bien cuidado, los caminos que tienen dificultades por lo barroso o empinados, tienen por lo general pasarelas de fierro que facilitan el paso. Hicimos un sendero corto de menos de 1 km. y con un desnivel de 117 mts., que nos tomó 55 minutos recorrerlo de ida y vuelta. Teníamos que seguir nuestro camino a Cerro Castillo, y no queríamos llegar tarde a nuestro destino final. Calculamos unas 5 hrs. de viaje.
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Vista del Ventisquero colgante desde el Sendero Ciudad de los Césares
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El imponente Ventisquero Colgante del Parque Queulat |
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La flora en este parque también es riquísima y muy diversa. Gran iniciativa de conservación |
Alrededor de las 11.30 hrs. reanudamos nuestro viaje hacia Cerro Castillo, pasando por Coyhaique, donde almorzaríamos. Nuevamente tuvimos que cruzar la cuesta Queulat, esta vez con un cielo azúl y transparente, que nos permitió admirar otra vez más estos grandes macizos que parecieran resguardar permanentemente el camino que se entromete entre ellos.
Con el pasar de los kms., y ya más cerca de Coyhaique, el panorama comienza a cambiar, dejando atrás a las montañas que nos rodean por los cajones y ampliándose la tierra para entrar en valles más extendidos.
Cuando nos íbamos acercando a Coyhaique, cambiamos de opinión y decidimos no entrar en la ciudad, o al menos pasar lo más marginalmente posible. Eran como las 3 pm y nos dio un poco de ansiedad encontrarnos con una ciudad con muchos autos y tacos, además de que a la entrada estaban haciendo muchos arreglos en el camino, lo que haría más lenta nuestra pasada. Por eso decidimos pasar a algún supermercado para comprar la comida que llevaríamos a la cabaña y seguir cuanto antes.
Fue una buena idea, pues no estábamos con hambre y si con muchas ganas de llegar pronto a nuestro destino.
Llegamos a la cabaña Casa Bosque, del fundo Las Bardas como a las 18:30 hrs. donde nos esperaba Andrés, su dueño, un arquitecto que se trasladó a la zona desde Santiago hacía ya 3 años. Allí ha encontrado la felicidad de estar casi como en el paraíso, pese a lo crudo que es el invierno. La Cabaña Casa Bosque era una casita muy modesta que Andrés la remodeló y que quedó muy acogedora. Dos habitaciones, una cocina con sala de estar y un baño bastante amplio. Bien calefaccionada (salamandra), bien equipada, con ricas camas y sábanas, y bien aislada del frío, nos permitió refugiarnos esa noche luego de comer una buena ensalada césar con pollo, un buen vino y buen descanso.
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Instalándonos en la Casa Bosque con Andrés, su Anfitrión |
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Preparándonos para el aperitivo y la comida |
Miércoles 16 de octubre de 2024, día 10Cerro Castillo
Cerro Castillo es un lugar mágico donde el perfil de las montañas marca toda la escena, destacándose la montaña que parece un castillo, por lo que se le apodó con ese nombre: Cerro Castillo. Es un lugar de mucha naturaleza, con campos de ganadería, y mucho potencial turístico. Está a 20 minutos del aeropuerto de Balmaceda, y también a 40 minutos del lago General Carrera, también de gran atractivo turísitico.
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Es una buena ruta para los motoqueros que buscan emociones! |
Luego de tomar un buen desayuno, nos fuimos a Villa Cerro Castillo a ponerle bencina al auto y aprovechar para consultar sobre los lugares interesantes que debíamos visitar. De partida se nos dijo que el parque nacional estaba cerrado por tener aún mucha cantidad de nieve. Entonces el bombero que nos llenó el estanque en la bomba Pronto Copec, nos sugirió varias cosas que seguimos al pie de la letra:
Visitar el Museo Cerro Castillo, que está en las afueras de la Villa, el Lago Tamango y almorzar en el restaurante Ruta 7, que tiene vista directa al Cerro Castillo.
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Lago Tamango: El reflejo de las montañas en el agua es muy maravilloso |
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Lago Tamango: Es una paisaje para enmudecer y contemplarlo eternamente! Grandioso el Creador!
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Restaurante Ruta 7 en Villa Cerro Castillo |
Lamentablemente, para variar, cerrado, el museo estaba sin que hubiera ninguna señal de cuándo abriría.
Pero estábamos tan extasiados con el paisaje que ni nos importó. Seguimos nuestro camino hacia el Lago Tamango, un camino de tierra en que no se recomienda andar a más de 50 kms. por hora, afortunadamente con poco tráfico. Cuando llegamos al lago y luego de costearlo por algunos kms., paramos en un mirador donde quedamos enmudecidos de ver un paisaje tan hermoso. Realmente ver esas bellezas son un combustible para el alma, energía para sobrevivir en la selva de la ciudad, que cada vez se pone más tóxica. Gozamos con el panorama, muy refrescante. Cuando comenzamos el retorno, nos fuimos agradecidos del privilegio de estar viviendo esta experiencia y, como dice la Francisca, con el "corazón calentito".
Terminamos la mañana almorzando en Ruta 7, un restaurante en Villa Cerro Castillo que tiene una vista directa hacia el Cerro Castillo, y también una terraza para almorzar, que ese día asoleado y templado escogimos para alimentarnos. Tomamos una buenas cervezas locales y, en mi caso, un lomo a lo pobre. La Francisca fue más sabia y escogió papas fritas a lo pobre. Mi lomo no estaba bueno. Pero igual con esa vista privilegiada, cualquier cosa se perdona!
De vuelta en Casa Bosque, fuimos a caminar por el fundo Las Bardas. Hicimos un recorrido muy bonito que nos llevó hasta un mirador donde se veía el paso del río Ibáñez que desemboca en el Lago General Carrera. Fue una tarde tranquila, relajada y un tanto nostálgica, pues a partir de ahora comenzábamos el retorno a Santiago.
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Vista desde lo alto del Río Ibáñez |
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El Río Ibáñez en segundo plano |