domingo, noviembre 03, 2024

CARRETERA AUSTRAL (1)

 Entre el 7 al 20 de Octubre 2024, recorreremos la primera parte de la carretera austral.    Un viaje que hacemos por primera vez y del cual tenemos muchas expectativas.   Será distinto a los que hemos hecho en los últimos años, puesto que este será un viaje a la naturaleza, visitar parques naturales, islas, glaciares, montañas y mucho senderismo.   El recorrido será desde Puerto Montt, allí tomaremos un auto, hacia Hornopirén, donde nos recogerá una lancha para llevarnos al hotel que está en la isla Llancahué.   Al día siguiente continuaremos a Caleta Gonzalo, donde estaremos tres noches visitando distintos senderos del parque Pumalín.    Continuamos a Puerto Ramírez, lugar donde estableceremos nuestro "cuartel general" por dos noches para visitar Futaleufu y sus alrededores.

Seguimos a Puyuhuapi, donde nos quedaremos dos noches.  Luego vamos a Cerro Castillo, pasando por Coyahique, donde queremos visitar y almorzar en esa ciudad que nos dicen es muy encantadora.   La vuelta es parando en Puyuhuapi nuevamente, para continuar hacia Caleta Gonzalo, donde tomaremos el transbordador que nos llevará de vuelta a Hornopirén.  Desde allí nos dirigiremos a Ralún para alojar la última noche antes de tomar en Puerto Montt el avión de regreso a Santiago.

Ruta viaje por el sur de Chile

Algunas reflexiones antes de partir

En mi vida de diplomático, siempre en las despedidas escuchaba una frase típica:  "Partir es morir un poco".  Y es cierto, porque uno deja algo atrás, algo que ha querido, alguien con quien se ha encariñado, amigos que lo han acogido...  Pero también se puede interpretar la frase en un sentido escatológico, "partir también es acercarse a la Vida...".   Es parte del camino de peregrinación que significa pasar por este mundo para alcanzar la plenitud junto a Dios.   

Por eso siempre hemos considerado que viajar es una oportunidad para reconocer la obra de Dios.  Cuando hemos viajado a distintos países de Europa, apreciamos el gran legado cultural de los países visitados.    En este viajes, esperamos reconocer la omnipotencia de Dios Creador en la naturaleza. Será una oportunidad para agradecer lo que tenemos que no es más que un don gratuito que recibimos para cuidarlo, desarrollarlo, compartirlo...  

Partimos con muchas expectativas de encontrarnos con algo que nos puede ayudar a reconocer las cosas que realmente valen la pena en esta vida.

Lunes 7 de octubre, 2024, día 1:
Termas de Llancahue

Iniciamos el día a las 3:30 am debido a que nos dijeron que el Aeropuerto estaba en remodelación, solamente había un sector donde uno podía ingresar a las puertas de embarque, por lo que había que estar con 3 o 4 hrs. de anticipación.  Llegamos a las 4:30 al terminal nacional y a esperar hasta las 7:30 la partida del vuelo. Gran sacrificio la levantada temprano, que no dudamos se compensará con todo lo bien que lo vamos a pasar! 

Llegamos a Puerto Montt alrededor de las 9 am y de ahí nos dirigimos a la oficina de Budget, donde recogeríamos el coche que habíamos arrendado. Como a las 10 iniciamos nuestro viaje hacia la carretera austral. Partimos con mucho entusiasmo y ya contentos de estar admirando los primeros paisajes sureños.



Cruzando el estero de Reloncaví que lleva a la primera parte de la carretera austral

Nuestro primer destino sería Hornopirén, donde nos iría a buscar en una lancha Erwin, el dueño del hotel Termas de Llancahué. El auto lo dejamos estacionado en un lugar perteneciente al restaurant El Pescador, en calle Barceló. 

Pensión en Hornopirén que lleva un lindo nombre

Eso queda a una cuadra del embarcadero, al que nos dirigimos para encontrarnos con Erwin.   La navegación duró unos 20 minutos y pese a que el día estaba muy bonito, el mar estaba un poco encabritado, lo que nos hizo saltar harto en la lancha.  

Trayecto hacia la isla Llancahué con lobos de mar incluídos

Llegada a Llancahué con la capilla invitando a reconocer la magnifica obra de Dios!

Llegamos a las Termas de Llancahué alrededor de la una de la tarde, y una vez instalados fuimos a almorzar. Éramos los únicos en el hotel, una construcción relativamente nueva, y con gusto bastante local. El comedor estaba adornado con banderitas chilenas y signos patrios.    Nala, la muchacha que nos atendía, originaria de Haití, muy amable, nos cocinó y sirvió el almuerzo, muy casero y sencillo. En la tarde nos fuimos a dar un baño a los termas, situadas frente al mar en unas piscinas mirando al oeste, lo que nos permitió ver una linda puesta de sol en un día muy prístino.   

Metidos en las aguas termales de aproximadamente 40º

También hicimos un recorrido por unos senderos alrededor del hotel, que nos llevó hasta una capilla estilo chilote muy linda, y subimos después por un caminito unos pocos metros más allá para tener una visión más amplia de todo el canal que nos separaba del continente. 


La vista privilegiada de uno de los senderos del Hotel

Despedida de las Termas de Llancahue con su dueño Erwin

Vista desde Llancahue hacia Hornopirén bien al fondo

En el recorrido nos cruzamos con algunas ovejas y ovejitas. El paisaje muy sureño, muy verde y colorido. Fue una linda parada para continuar a Caleta Gonzalo al día siguiente.

Martes 8 de octubre de 2024, día 2:
Pumalín - Lodge Caleta Gonzalo

El martes temprano partimos a Hornopirén para abordar el transbordador que nos llevaría a Caleta Gonzalo.     Sería una navegación de casi cinco horas, cruzando uno de los primeros fiordos, el fiordo Comau, que da inicio a la carretera austral.     El transbordador nos dejó en Caleta Porcelana donde tuvimos que atravesar casi 15 kms. por tierra, para tomar un nuevo transbordador hasta Caleta Gonzalo.      
Una de dos entradas de mar en el fiordo Comau

Otra parte del fiordo Comau

En Caleta Gonzalo desembarcamos unos de los primeros y como veíamos que todos se apuraban para tomar la delantera en un camino de tierra que levantaba harto polvo, nosotros (o mejor dicho yo) cual oveja comenzamos a seguir la montonera de autos, sin fijarnos que nuestro hotel estaba ahí mismo.   Anduvimos como 40 kms. por un camino bien apestoso hasta darnos cuenta que nos alejábamos de nuestro destino.     En esa parte de la carretera no hay señal, por lo que nuestro guía de Google maps nos falló.    Para regresar al hotel tuvimos que recorrer otros 40 kms. y casi una hora más de viaje.   Llegamos al Lodge tipo 5:15 pm, después de un viaje que se inició a las 9 am.  Estábamos cansados pero felices gozando el entorno, la frondosa naturaleza y la quietud del ambiente.     

Llegada al parque Pumalín, legado de Douglas Tompkins

Caleta Gonzalo, donde nos dejó el transbordador y alojamos

Esa noche comimos y nos acostamos temprano.   Al oscurecer el frío comenzaba a invadir todos los rincones al exterior y bien valía la pena refugiarse en la cabaña Puma.    

La cabaña Puma, del Lodge Caleta Gonzalo

Nos tocó una rica comida con una sopa de champiñones, un pescado sobre un puré de arvejas y de postre un suspiro limeño.   

Muy buena comida en un acogedor comedor

Miércoles 9 de octubre, 2024, día 3:
Pumalín

Luego de tomar un rico desayuno preparado por el personal del lodge, buenas tostadas, ricos huevos preparados como uno quisiera, fruta abundante, cereales, youghurt, iniciamos nuestro primer paseo por el parque.   El día estaba con un sol radiante y la temperatura en unos 10ºC, ideal para hacer una buen sendero.   Decidimos hacer el sendero Laguna Tronador, que presentaba una dificultad mediana - alta, sobretodo para mis estándares, con subidas pronunciadas y de aproximadamente 4 hrs. de duración.

Aquí se inicia el sendero

Recorrido en el mapa del Sendero Laguna Tronador

Durante el recorrido, me di cuenta que es un sendero sumamente exigente, muchas escaleras y en ocasiones un terreno muy barroso, pese a que todo el trazado se nota que ha habido un gran trabajo de mantención y de facilitación para no quedar atascados en pozas que son normales se produzcan sobretodo en esta época.  Por eso es admirable que en terrenos tan dificultosos, angostos, con alta pendiente, con mucha roca y muy frondosos, se puedan hacer puentes de troncos, largas escaleras, varandas para apoyarse y miradores para apreciar el paisaje y descansar a ratos.


Nuestro ascenso con la Francisca fue simultáneo en la partida, pero muy luego se fue notando la diferencia de aptitudes para este tipo de ascensos.   Su ritmo era fuerte y pese a que hacía esfuerzos para esperarme, en un momento le dije que siguiera por su cuenta y que yo la encontraría al final del sendero, pues avanzaría a un paso más lento.   



Eso también me permitió apreciar mejor el entorno, los alerces, el ruido de las caídas de agua que se asomaban constantemente, algunas más impresionantes que otras mostrando su majestad, fuerza y libertad.  El silencio y el ruido de ese bosque encantado también se manifiesta con su fauna, especialmente el sonoro grito del "Chucao", pajarito muy bonito y que se siente muy protegido en ese entorno de tanta abundancia para él.   Me dicen que apenas vuela, y por el contrario, camina por todas partes anunciando su presencia, e incluso metiéndose con una confianza absoluta por entre medio de las piernas de criaturas varias veces más grande que ellos.

Falta poco para llegar al mirador y encontrarse con la laguna!

Este sendero termina en una laguna, llamada Tronador, que aparece de entre medio de la montaña como si su presencia fuera desde siempre y para siempre.  El panorama que se presenta desde lo alto, viendo esta laguna es muy sobrecogedor.   Tanto esfuerzo en subir cientos de metros quedan compensados al ver la tranquilidad de la naturaleza que está protegida de intervenciones que podrían afectarla y que es nuestro deber seguir cuidando.

Mirador de la Laguna del Tronador

En resumen, llegar a esta laguna nos tomó un poco menos de 3 horas (buen indicador de que estamos en forma, ya que las recomendaciones son de hacerlo en 4 hrs.).   Desde su inicio hasta la vuelta, recorrimos 3,52 kms. y ascendimos 376 mts.

Luego de este recorrido, nos fuimos hacer el sendero de los "Alerces" que está a unos 300 mts. del sendero recién hecho, y que es una caminata muy accesible para cualquier persona y que impresiona por encontrarse en un bosque de alerces milenarios, algunos con más de 1.500 años.  Este árbol tiene un desarrollo extremadamente lento, crece entre 1 cm de espesor cada 15 o 20 años, llega a tener hasta 50 mts. de altura y 3 o 4 mts. de diámetro.   








No importando el paso del tiempo, los alerces se proyectan hacia lo alto del cielo en busca de la eternidad

Es una madera muy de muy buena calidad, liviana, duradera, imputrescible y no la atacan los insectos.  Este sendero está muy bien diseñado pues junto con apreciar el paso del tiempo con estas gigantescas torres naturales, se aprecia la importancia de proteger y conservar una especie que está en peligro de extinción justamente por la forma indiscriminada con que se la explotó en un pasado no tan lejano.

Este sendero tiene una extensión de 1,4 kms. y una diferencia de altura de tan solo 18 mts.   Muy sencillo y rápido, lo hicimos en 33 minutos.

Jueves 10 de octubre de 2024, día 4
Pumalín

El jueves hicimos el sendero de la Cascada Escondida.    Amaneció lloviendo pero moderadamente, por lo que nos dijeron que no habría problema para hacer el recorrido.   Se trata de un sendero que requiere algo de esfuerzo, pues aunque es menos pendiente que el de la laguna del Tronador, es más extenso.


Tiene una extensión de 3,58 kms y un ascenso de 152 mts.   Nos demoramos en recorrerlo 2 hrs. y 20 minutos.   Es un sendero muy lindo y que adquiere un encanto especial con mal tiempo.   Fue un día lluvioso, con 10º de temperatura, lo que hizo que el ascenso-caminata no fuera tan pesado.  Era como si estuviéramos en otro mundo, como estar en un bosque encantado lleno de personajes de cuentos.   Gran abundancia de alerces, árboles milenarios, y frondosa vegetación.








Sendero la Cascada Escondida:   Cascada Baja

Cascada Alta

Nuevamente, como en los otros treckings que hicimos, cada paso que se daba era maravillarse ante tanta novedad y belleza.   Las dos cascadas que se ven son de una enorme fuerza, con las torrentosas aguas que buscan hacerse paso por donde puedan, y cayendo de diversas alturas para chocar con las rocas, con los árboles y formando una llovizna que se confunde con la lluvia que cae del cielo.    Las caídas de agua parecen velos de novia que se sacuden con el viento y terminan fundiéndose en las aguas que río más abajo las encauzan nuevamente.





Distintas partes del Sendero de la Cascada Escondida.   Pese a la hostilidad del terreno, los guardaparques se la arreglaron para hacer el trayecto más accequible a los excursionistas

Un paseo que marca el final de nuestra estadía en caleta Gonzalo.   Cabe señalar que el parque Pumalín es un gran regalo que Chile ha recibido de un filántropo conservacionista, Douglas Tomkins, que nos ha dejado a los chilenos la vara muy alta en cuanto a cuidado de los parques nacionales, estética, señalética, trazado de los senderos y forma de penetrarlos sin dañar lo que se está viendo.    También cabe destacar el Lodge Caleta Gonzalo, muy limpio, ordenado, bien atendido, y con un servicio muy profesional.   Todo muy recomendable!



sábado, noviembre 02, 2024

CARRETERA AUSTRAL (2)

 Viernes 11 de octubre de 2024, día 5

Puerto Ramírez

Iniciamos nuestro viaje a Puerto Ramírez con un día nublado, a ratos lloviendo, y con 10º de temperatura.  Muy agradable para viajar.   La parte de tierra del camino que va de Caleta Gonzalo a Chaitén, es relativamente buena, aunque siempre en el ripio hay que andar con precaución.   Lo bueno de aquel día, en todo caso, es que por la lluvia no se levanta polvo en el recorrido.  El viaje hasta Puerto Ramírez son solo 140 kms. que debieran hacerse en unas 2 hrs.   Sin embargo nuestra idea es parar en algunos puntos que nos han recomendado visitar:   La playa de Santa Bárbara, que está a unos 10 kms. antes de Chaitén, en Chaitén, su museo, luego el parque Amarillo, que también es parte de Pumalín y que se llama así por pasar por allí el río Amarillo.

Nuestra primera parada, entonces fue en la Playa Santa Bárbara, una caleta con una playa muy linda, encerrada y prácticamente sin construcciones a la vista.   Como estaba lloviendo, no nos bajamos del auto, pero valió la pena conocer ese lugar remoto donde apenas se veían algunos pescadores que tenían sus botes sobre la playa.

Luego seguimos a Chaitén, pueblo que fue arrasado por el Volcán Chaitén el 2008 y cuyos habitantes tuvieron que ser evacuados.    Ahora, 16 años después, está reconstruído y es la puerta de entrada a la Carretera Austral para todos los que llegan directamente desde el continente o de la isla de Chiloé.  En Chaitén hay una estación de bencina Copec, donde aprovechamos a llenar el estanque, nos recomendaron siempre andar con el estanque lleno por no haber muchas estaciones de bencina en la zona.  Luego nos dirigimos al museo de Chaitén para conocer detalles de esa terrible tragedia ocurrida el 2008.   Pese a que en la entrada del museo había un letrero que indicaba los horarios de apertura para el público (de martes a domingo de 10 a 12 pm y de 15 a 17 hrs.) y a que eran las 11:24 hrs., el museo estaba cerrado y no se veía a nadie por los alrededores, no pudimos  entrar y nos quedamos con la visita pendiente para otra vez.


Chaitén y su museo cerrado en horas de visita.   Un entorno muy conmovedor por la tragedia vivida

Luego continuamos hacia otra parte del Parque Pumalín, el sector El Amarillo, para hacer el sendero "Las ranitas de Darwin".   Este es un sendero de 2,8 kms. relativamente fácil de recorrer.   Está muy bien señalizado y en gran parte del recorrido da la sensación de estar caminando sobre una especie de asfalto blando.   Probablemente le pusieron algún material para paliar el efecto de la lluvia sobre el sendero.    Es un circuito que permite adentrarse en un frondoso bosque, también apoyado por pasarelas de madera, puentes y escaleras de troncos.





Sendero la Ranita de Darwin:   belleza del sur de Chile en su máxima expresión!

El recorrido lo hicimos en 1:15 hrs. bajo un cielo amenazante de lluvia que no llegó a concretarse.  Muy recomendable!

Luego continuamos nuestro viaje hacia Puerto Ramírez, donde alojaríamos en "Las cabañas The Fishing Lodge".   El camino es pavimentado y seguro, pese a que no es recomendable superar los 80 kms. por hora.  Tiene muchas curvas y pendientes pero está muy bien señalizado.   Cuántos miles de millones de árboles uno puede ver en esos bosques milenarios que rodean el camino y que lo van conduciendo por distintos parajes.   El verde es incontenible!

Sin embargo, en forma repentina, y poco antes de llegar a la bifurcación del camino que nos llevaría a Puerto Ramírez, nos enfrentamos a un panorama desolador, desértico, ningún arbol alrededor, puras piedras y troncos por todos lados.  Son las consecuencias de una gran aluvión ocurrido en diciembre de 2017, que arrasó con la Villa Santa Lucía y dejó un saldo de 21 personas fallecidas.   Dramático, en esas lejanías y soledades, encontrarse con este pueblito que muestra desde el camino los efectos sufridos en varias de sus casas que al día de hoy permanecen semienterradas dando testimonio de la potencia con que los desastres naturales actúan y que escapan de todo control humano.



Continuamos el viaje, pese a nuestra emoción y conmoción de ver tamaña tragedia.

A pocos kilómetros de Santa Lucía, avistamos nuevamente el lago Yelcho, cuyo lado norte habíamos anteriormente divisado saliendo de Chaitén.

Al lodge llegamos alrededor de las 18 hrs., donde nos esperaban Elisa y Benjamín en las "Cabañas The Fishing Lodge", una casa muy acogedora con piezas amplias y bien calefaccionadas.    

Las Cabañas the Fishing Lodge en Puerto Ramírez

Después de instalarnos en nuestra habitación, bajamos para comer algo que nos tenía preparado Elisa y nos acostamos temprano pues ya el cansancio de la jornada comenzaba a notarse.

Sábado 12 de octubre de 2024, día 6

Puerto Ramírez

Amanecimos con un buen desayuno y partimos a Futaleufú, a 60 kms. aproximadamente y 1 hora de viaje.  El camino pavimentado muy bueno y bien señalizado, volvió a sorprendernos mostrándonos nuevas maravillas, pese a que pensábamos que ya nada podría sorprendernos.   Muy lindo todo el entorno y en la medida que nos acercábamos a Futaleufú, más paisajes espectaculares veíamos.
     
Al entrar a la comuna de Futaleufu, un letrero nos da la bienvenida "Futaleufú, un paisaje pintado por Dios".   Parece un milagro, todo es armónico, los colores, el cielo, las nubes, los campos, los bosques, la ciudad ordenada, tranquila, los potreros, los animales pastando.   No queda más que agradecer a Dios lo que nos ha mandado y que nos compromete a cuidarlo.

La noche anterior conversando con Elisa, nos contó que al otro lado de la frontera, en Argentina (Futaleufú está a 15 minutos de la aduana), había un campo en Trevelín que cultivaba tulipanes y que estaban en plena época de florecimiento.   Como ha sido el gran sueño de la Francisca ver este fenómeno, decidimos hacer el paseo y cruzar la frontera para ir a ver los tulipanes.   Para ello reservamos un Uber que nos esperaba en la plaza de Futaleufú y que nos llevaría a los tulipanes!  (nosotros, en auto arrendado, no podíamos hacerlo).

Alicia nos llevaría a ver esta explosión de coloridos campos de tulipanes!

Sin embargo, cuando llegamos a la frontera, los turistas argentinos que hacían cola para ingresar a Chile, nos contaron que debido a que el invierno fue muy crudo, los tulipanes todavía no florecían, que se habían retrasado unos cuantos días.

En la aduana argentina dispuestos a visitar los campos de tulipanes florecidos

Igual aprovechamos que ya estando en el lado argentino y a pocos kms. de "La Yesca", un pueblo donde Alicia tenía un conocido que la abastecía de varios productos que en Chile eran más caros, para acompañarla a llenar el estanque de bencina.   Fue un paseo simpático, pese a que eran pocos kms. de camino de tierra.

Una postal de "La Yesca"

Después de este paseo matinal, nos fuimos a almorzar a un restaurant italiano en Futaleufú que nos recomendaron mucho.  "La Antigua Casona", que además es un hotel.   Lamentablemente ese día los dueños no estaban y el restaurant en teoría estaba cerrado.  No obstante, habían unos argentinos comiendo como una excepción y nosotros le pedimos a la que atendía, una señora muy simpática, que también hiciera una excepción con nosotros.   Así almorzamos allí.   Un local con mucho ambiente y buenas vibras.

Tomando una cerveza local en "La antigua casona" en Futaleufu

Después de almuerzo, nos fuimos a recorrer los alrededores de Futa, como le dicen los lugareños, y hacer algunos senderos que nos recomendaron.  

Primero que nada, fotografiarnos en el río Futaleufú, muy adecuado para hacer rafting, el mismo que no hicimos, pero que impresiona por el color de sus aguas, la fuerza con que corre y el ruido que produce su paso por los acantilados y rocas.




Hicimos dos senderos relativamente fáciles y con el objetivo de mirar el río Futaleufú desde distintos ángulos.   Los senderos, "El cañón del Diablo" y el, "Mirador de los Reyes" nos muestran distintas perspectivas del río que vemos correr desde una gran altura.






Futaleufu, un paisaje pintado por Dios, como dice su lema, con su luminosidad única, y su gente tan amable, amistosa y dispuesta a ayudar, nos recuerda aquellas palabras de San Lucas:

"Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas, 
y en sombra misma del mal,
para guiar nuestros pasos 
por el camino de la paz".
Lc.1, 79.

Porque no es más que paz lo que se respira en estas lejanas y solitarias tierras, con gente tan buena y que no ha sido alcanzada por la maldad que abunda en las grandes ciudades.   Gente que ha escapado de ese mundo contaminado y que en estas soledades ha logrado en esa tranquilidad, encontrar la felicidad y paz interior que llena el alma.

Futaleufu:   Paisaje pintado por Dios

Después de ver estas maravillas, emprendimos la vuelta a nuestro Lodge en Puerto Ramírez, despidiéndonos de Futa y con muchas ganas de quedarnos a vivir en este lugar de ensueño.