Qué les parece la Chabelita como modelo para anunciar la primavera? Es de lo mejor, verdad?
sábado, agosto 25, 2007
miércoles, agosto 15, 2007
Matrimonio de Angélica Aldunate Undurraga
En esta foto salen varios de mis primos. No tengo idea qué año es, pero debe haber sido tipo 1965. Si alguno se reconoce o quiere rectificar esta información, bienvenido!:
A la izquierda de la novia están:
Horacio Ried Carrera
Ana María Ried Undurraga
Ernesto Ried Undurraga
María Luisa Montes Undurraga
Martita Ried Undurraga
Jaime Undurraga Matta
Isabel Undurraga Matta
A la derecha de la novia están:
Jorge Montes Rodriguez
Enrique Montes Undurraga
Carmen Luz Undurraga Undurraga
Alberto Undurraga Undurraga
Frente a la novia están:
José Montes Undurraga
José Miguel Ried Undurraga
Abajo:
Eduardo Undurraga Undurraga
Sofía Undurraga Undurraga
Teresa Undurraga Undurraga
domingo, agosto 12, 2007
Raúl Bazán Dávila, abogado y diplomático
Raúl Bazán Dávila fue un abogado que enfrentó difíciles momentos de nuestra política exterior cuando las críticas internacionales al reciente gobierno militar arreciaban con fuerza.
Como embajador del país en el organismo mundial alzó su voz en la asamblea de las Naciones Unidas para dar a conocer las razones de la intervención militar en 1973, protagonizando un violento incidente con el canciller de Cuba, Raúl Roa, que causó impacto en la opinión pública mundial.
La defensa del régimen militar la hizo hasta en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para lo cual utilizó la experiencia y conocimientos diplomáticos que había adquirido a través de los distintos cargos que por espacio de casi treinta años sirvió en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Había nacido en Santiago en 1913, estudió en el Colegio de los Padres Franceses y después Derecho en la Universidad Católica, obteniendo su título de abogado en 1946 tras la aprobación, con distinción máxima, de su tesis, la que incluso fue premiada por el propio Colegio de Abogados.
Como profesional, fue Fiscal de la Caja Nacional de Ahorros y del Banco del Estado.
Su interés por la cosa pública lo hizo participar en algunas publicaciones como las revistas "Estanquero" y "Hoy", y en calidad de asesor literario de "Ercilla". Fue también presidente del Instituto Chileno de Cultura Hispánica.
En 1954 se incorporó a la carrera diplomática, siendo por 8 años embajador de Chile en Brasil bajo los gobiernos de Carlos Ibáñez y Jorge Alessandri. Su permanencia en el Ministerio de Relaciones Exteriores culminó en 1976, cuando se aceptó su renuncia voluntaria después de haberse desempeñado también como ministro consejero y asesor político de la Cancillería, en la embajada de Chile en España y servir como representante del país en las Naciones Unidas.
Enviado por el Presidente Pinochet, recorrió las cancillerías de Europa Occidental para explicar el problema de los derechos humanos. A pesar de haber renunciado a sus funciones oficiales, siempre se mantuvo alerta en la defensa de la soberanía nacional, razón por la cual intervino con pasión en el tema del canal Beagle y de las islas chilenas Picton, Lennox y Nueva, opinando críticamente sobre el manejo de la situación.
En 1987, el Instituto de Investigaciones del Patrimonio Territorial de Chile de la Universidad de Santiago editó su obra "El Patrimonio Territorial que recibimos del Reino de Chile".
Casado con María Isabel Ried Carrera, tuvo seis hijos.
El Mercurio, 12 de agosto de 2007
miércoles, agosto 08, 2007
RAUL BAZAN DAVILA (1913-2007)
Fueron 94 años de una larga y productiva vida. Hombre de mucho esfuerzo, disciplina y tenacidad, dejó una familia de seis hijos, veinte nietos y veintidos bisnietos.
Gracias por lo que nos entregaste, por el ejemplo que nos diste y por lo mucho más que quisiste darnos. Te recordaremos siempre con mucho orgullo y ternura.
A continuación transcribo la carta que mi hermano Raúl leyó en la Iglesia para despedirlo:
Querido Papá
Anoche no pude dormir después de tu triste partida. Me quedó dando vuelta en la cabeza toda una larga vida junto a tu lado. En alguna ocasión leí, que aún cuando uno sabe que la muerte llegará algún día, la larga convivencia con un ser querido hace pensar que tal vez ese día nunca vendrá. Y así fue durante mucho tiempo, hasta que llegó.
Pensaba que esta larga vida fue muy buena pues nos dio la oportunidad de conocerte en algunas facetas que cuando jóvenes no tuvimos oportunidad de apreciar. La verdad Papá es que recuerdo que, en la época de mi juventud, tú eras muy severo y te costaba demostrar tus sentimientos pareciendo frío y distante. Sin embargo no se me olvida una carta, que me escribiste cuando me mandaste en un tour a Europa, en la cual me manifestabas todo lo que me querías y expresabas todos tus sentimientos, la que me emocionó mucho y lloré largas horas. Comentando esto con mis hermanos supe que también ellos fueron beneficiados con cartas semejantes.
Quiero decirte que a pesar de esa aparente frialdad también te admirábamos por tu inteligencia, por tu dedicación con pasión al trabajo, habiendo defendido a nuestro país en innumerables foros internacionales. Fuiste un hombre muy destacado, lo que llenaba de orgullo a nuestra familia. También tenías innumerables inquietudes intelectuales y artísticas, temas que tratabas de inculcarnos. Ahí están de muestra tu primera casa, que tu mismo diseñaste a pesar de no ser la arquitectura tu profesión, en la calle Montolín (nunca aceptaste el cambio de nombre), y en la cual viviste hasta el día de hoy. También recuerdo cuando diseñaste tu escritorio en Brasil. Particularmente me gustaban los libreros que tenían una coronación de una armonía que no he visto en ningún mueble que haya sido diseñado por un mueblista de profesión.
Otro aspecto que me impresionaba era tu fortaleza y confianza en ti mismo. No tengo recuerdo de haberte visto titubear frente a un problema, jamás te vi deprimido. Pero, sí hasta el último minuto, cuando te preguntábamos como estás, respondías con esa frase que llegó a ser típica tuya “hasta aquí vamos bien”.
Bueno, pasaron los años y el tiempo te fue cambiando y empezó a mostrarnos otro aspecto de tu personalidad que tenías guardado, y por eso agradezco a Dios habernos dado el tiempo y la oportunidad de convivir una grata amistad. Te pusiste cariñoso y divertido. A veces te dejabas caer por la casa a disfrutar una copa de helado al atardecer, y alababas lo lindo que tenía el jardín y la vista hacia el cerro San Cristóbal, sin ver ninguna casa, lo que te daba la sensación de estar en el campo. Empezaste a recordar tu pasado y me decías que tu padre tenía el pelo cano igual que el mío. Me contabas que de chico ibas de vacaciones a Cartagena donde tenías un caballo el que te gustaba cabalgar. Y así fui conociendo parte de tu vida de juventud. Después empezó lentamente el Alzeimer y la vida nos dio la oportunidad de, en alguna medida, devolverte la mano por todo lo que hiciste por tu familia.
Querido Papá descansa en paz, todos estamos bien, tranquilos, y no te preocupes que cuidaremos a la Mamá.
Anoche no pude dormir después de tu triste partida. Me quedó dando vuelta en la cabeza toda una larga vida junto a tu lado. En alguna ocasión leí, que aún cuando uno sabe que la muerte llegará algún día, la larga convivencia con un ser querido hace pensar que tal vez ese día nunca vendrá. Y así fue durante mucho tiempo, hasta que llegó.
Pensaba que esta larga vida fue muy buena pues nos dio la oportunidad de conocerte en algunas facetas que cuando jóvenes no tuvimos oportunidad de apreciar. La verdad Papá es que recuerdo que, en la época de mi juventud, tú eras muy severo y te costaba demostrar tus sentimientos pareciendo frío y distante. Sin embargo no se me olvida una carta, que me escribiste cuando me mandaste en un tour a Europa, en la cual me manifestabas todo lo que me querías y expresabas todos tus sentimientos, la que me emocionó mucho y lloré largas horas. Comentando esto con mis hermanos supe que también ellos fueron beneficiados con cartas semejantes.
Quiero decirte que a pesar de esa aparente frialdad también te admirábamos por tu inteligencia, por tu dedicación con pasión al trabajo, habiendo defendido a nuestro país en innumerables foros internacionales. Fuiste un hombre muy destacado, lo que llenaba de orgullo a nuestra familia. También tenías innumerables inquietudes intelectuales y artísticas, temas que tratabas de inculcarnos. Ahí están de muestra tu primera casa, que tu mismo diseñaste a pesar de no ser la arquitectura tu profesión, en la calle Montolín (nunca aceptaste el cambio de nombre), y en la cual viviste hasta el día de hoy. También recuerdo cuando diseñaste tu escritorio en Brasil. Particularmente me gustaban los libreros que tenían una coronación de una armonía que no he visto en ningún mueble que haya sido diseñado por un mueblista de profesión.
Otro aspecto que me impresionaba era tu fortaleza y confianza en ti mismo. No tengo recuerdo de haberte visto titubear frente a un problema, jamás te vi deprimido. Pero, sí hasta el último minuto, cuando te preguntábamos como estás, respondías con esa frase que llegó a ser típica tuya “hasta aquí vamos bien”.
Bueno, pasaron los años y el tiempo te fue cambiando y empezó a mostrarnos otro aspecto de tu personalidad que tenías guardado, y por eso agradezco a Dios habernos dado el tiempo y la oportunidad de convivir una grata amistad. Te pusiste cariñoso y divertido. A veces te dejabas caer por la casa a disfrutar una copa de helado al atardecer, y alababas lo lindo que tenía el jardín y la vista hacia el cerro San Cristóbal, sin ver ninguna casa, lo que te daba la sensación de estar en el campo. Empezaste a recordar tu pasado y me decías que tu padre tenía el pelo cano igual que el mío. Me contabas que de chico ibas de vacaciones a Cartagena donde tenías un caballo el que te gustaba cabalgar. Y así fui conociendo parte de tu vida de juventud. Después empezó lentamente el Alzeimer y la vida nos dio la oportunidad de, en alguna medida, devolverte la mano por todo lo que hiciste por tu familia.
Querido Papá descansa en paz, todos estamos bien, tranquilos, y no te preocupes que cuidaremos a la Mamá.
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