Santiago es una linda ciudad si no fuera por la contaminación. Contaminación que es obra del ser humano que no hace mucho por evitar que la situación empeore. Por eso es necesario ser proactivo y no dejarse pasar a llevar.
En esta oportunidad me referiré al fumador que no puede contenerse de fumar en cualquier parte. En las casas ajenas cuando es invitado, en los lugares públicos y también en los espacios abiertos. Si hay algo que me indigna es ese fumador que se pasea manejando por nuestras calles ya contaminadas, botando el humo por la ventana, evitando contaminar su auto. Y para colmo, ese mismo fumador que evita ensuciar el auto apagando el cigarrillo en su cenicero y dejandolo allí. No, sale más fácil, limpio y barato botarlo a la calle. Seguro que en su casa no se le ocurre botar la colilla en el medio de su living o de su pieza. Pero la calle, como no es de él, da lo mismo.
Debemos iniciar un movimiento destinado a defender el derecho de los que queremos esta ciudad, para mantenerla limpia y descontaminada. Como dice el refrán, una larga caminata se inicia dando el primer paso. Ale, a ponerse las pilas y a defender el derecho de vivir en un medio limpio y descontaminado!
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