Temprano en la mañana fui a la Catedral de Granada, donde a las 9.30 participé en una Misa en latin. Habían 7 curas que oficiaban y solamente cinco fieles presentes en el oficio eucarístico. Todo esto dentro de una catedral que podría ser un poco más del doble de nuestra catedral de Santiago. Parece que esta es la realidad de España. No sé cuál es la causa y si mi diagnóstico está correcto, pero igual me llama la atención estos edificios tan imponentes, con tanto arte y riquezas, pero poco coherentes con el mensaje de solidaridad y preocupación con los que sufren, con los que tienen hambre, con los que no tienen trabajo. En dos o tres días en España no puedo juzgar cómo es la labor de la Iglesia española, pero sí me da la sensación de que en Chile es mucho más cercana a la realidad cotidiana de nuestra sociedad.
Interior de la Catedral de Granada
Altar de la Catedral de Granada
Organo de la Catedral de Granada
Luego me fui caminando al barrio Albarraicin. Me ha impresionado Granada, es una ciudad muy limpia, cuidada, con una cierta elegancia y sofisticación y con barrios muy bonitos. Es una ciudad armónica, sin edificios que rompan la armonía arquitectónica, pese a las distintas civilizaciones y culturas que la han habitado. En la noche del día anterior fui a ver bailes flamencos, los que una vez más me superaron las expectativas que llevaba. Es una baile muy cautivante!
Ayuntamiento de Granada
Estatua frente a Ayuntamiento de Granada
Barrio granadino
La caminata por el barrio de Albarraicin fue también muy entretenida. Calles angostas, pisos de piedra, rincones atractivos, da gusto caminar y caminar, sin destino, solamente siguiendo el instinto, porque igual uno no se equivoca, pues todo es fascinante. Al final de la subida por este cerro de calles, llegué a un mirador donde hay una iglesia y una vista increíble a la Alhambra y al fondo a la Sierra Nevada, que todavía a estas alturas del año, ya en plena primavera, está completamente nevada por la nieve caída en los últimos días y que explica el frío y la lluvia que me ha tocado en forma alternada.
Plaza en Granada
Subiendo hacia el Albarraicín
Calle en el Albarraicín
Lástima que no pude ir a la Alhambra, puesto que no habían entradas, este es un fin de semana especial ya que el martes es feriado y por eso hay mucho turistas.
En Albarraicín
La Alhambra
Calle bajando del Albarraicín
A la hora de almuerzo me fui al centro, a una plaza cerca de la Catedral, donde almorcé. De ahí partí al hotel a buscar la maleta y luego tomé el bus que me llevó a la estación de tren, rumbo a Sevilla.
Domingo, 29 de abril de 2012: Córdoba
El día amaneció frío y lluvioso. Luego de una noche reponedora, me levanté temprano para comenzar a recorrer el casco antiguo de la ciudad de Córdoba. Pero primero fui a la estación de tren para reclamar por una tarjeta que había comprado para el iPad que no me funcionaba para internet. Mi gran sorpresa fue ver lo fácil que salió que me devolvieran la plata. Y hablando en español, no estábamos en EEUU, dónde la confianza y la buena fe todavía predominan en la relación vendedor-comprador.
De ahí me fui a buscar un local con Internet para desayunar y conectarme con el mundo (así es, la desconección total es difícil en estos días). Me fui en bus al centro. Dicho sea de paso, vale destacar que aquí los buses funcionan, salen a la hora, la gente respeta el turno para subir, el conductor es amable y respetuoso, y conduce prudentemente, además de que las vías exclusivas se usan adecuadamente, en definitivas, el transporte público es un servicio muy profesional.
Puente romano (renovado) que conduce a la Mezquita - Catedral de Córdoba
Estatua del Arcángel San Rafael, patrono de Córdoba
La parada me dejó cerca del puente romano que cruza el Guadalquivir y que está frente a la Mezquita. Lo recorrí entero y luego partí a tomar desayuno. Antes pregunté por el horario de misas. A las 11 am era la Misa solemne presidida por el Obispo de Córdoba. Como eran casi las 10.30 am, entre encontrar un café con Internet, los que no abundan en Córdoba, y no alcanzar a entrar a la Iglesia de la Mezquita, la que solo puede accederse para asistir a Misa o pagando una entrada de 18 euros, decidí hacer hora y di una vuelta rápida por el barrio.
El campanario de la Mezquita - Catedral de Córdoba
Patio de la Mezquita de Córdoba
Cuando volví, ya habían abierto las puertas de la Iglesia, por lo que pasé y busqué un asiento cerca del altar, pues la Iglesia es enorme y ya es estaba llenando de gente. Impresionante esta Mezquita - Iglesia. Es la Mezquita más grande que existe en el mundo, según me dicen, y luego de la reconquista, en vez de echarla al suelo y construir una Iglesia, decidieron hacer la iglesia dentro de la misma. Cuando me senté, me dí cuenta que delante mío estaba el Embajador Sergio Romero, por lo que lo saludé (chico el mundo!) y luego de la misa me convidó a visitar el museo de Julio Romero, un pintor costumbrista cordobés de la primera mitad del siglo XX. Yo no sabía de este pintor, pero no solamente tiene un museo que era lo que fue su casa, más bien un palacete, y con pinturas muy de avanzadas para la época.
De ahí me separé del grupo, al que se había incoporado el Canciller Moreno, y me fui a almorzar. Me senté en un restaurante que tenía Internet como a las 13.45 hrs. y todavía a las 15.15 hrs. no me atendían, pero por lo menos me pude "conectar con el mundo". Y ver el partido Real Madrid - Sevilla, en que ganó el Real 3 a 0.
Viendo al Real Madrid - Sevilla
Luego me fui a "perder", literalmente "perder" por las calles de Córdoba. Es como caminar en un laberinto, todas las calles son curvas, estrechas y muy pintorescas, pero por eso mismo es muy fácil perder el sentido de la ubicación. Hasta que comenzó a llover a torrentes y decidí ir a buscar las cosas al hotel y refugiarme en la estación de tren, para partir a GRANADA, mi próximo destino!
-- Desde Mi iPad
28 de abril de 2012
El viaje se inició el viernes 27 de abril a las 8.30 am, en que despegó el Avianca que vía Bogotá y Cali, me llevaría a España.
El viaje ida y vuelta por AVIANCA con escalas en Medellín Bogotá (a la ida) y Cali Bogotá (a la vuelta)
La ruta completa (en azul los tramos en tren, en rojo los tramos en moto)
La espera en el aeropuerto Pudahuel
Aterricé en Barajas el 28 a las 11.05 am y como siempre, tuve gran gusto de llegar a este país, al que tanto quería mi padre y que a mí cada día me produce más admiración. Es cierto que ya no es la España líder del cristianismo y de los valores de la "cultura occidental", o a lo mejor lo es, pero no de esa cultura tradicional que nos marcó en la década de los sesenta. Es que Europa ha cambiado muchísimo y su influencia ha permeado hasta los sectores más conservadores de la clásica España.
Mi viaje tiene por objeto recorrer algunas ciudades emblemáticas del sur (Córdoba, Granada, Sevilla), para luego subirme arriba de una moto y dirigirme a Fátima, donde estaré dos día. Continuaré a Santiago de Compostela, a Bilbao, donde me encontraré con los amigos peregrinos que fueron a Tierra Santa con nosotros el 2010. Luego pasaré a Lourdes. El viaje terminará en Barcelona, pasando antes por Carcasona. En la ciudad condal estaré cuatro días y de ahí me dirigiré a Barajas para regresar a Chile el 20 de mayo.
Para llegar a Córdoba tuve que tomar el Ave, ya que todos los demás trenes estaban completos y sin posibilidad de abordar alguno antes de las 9 pm.
Viajando en el Ave a Córdoba
Paisaje entre Madrid y Córdoba
El Ave es un tren muy confortable y rápido, pero para la distancia a Córdoba no es tanto lo que se gana de tiempo y sí es mucho lo que tuve que pagar demás, ya que para llegar antes, tuve que tomar la única plaza disponible del tren que salía a las 4 pm, y que era en el vagó "preferencial". Carísimo, pero nos dieron un rico té que algo justifica el alto precio que hubo de pagarse. La llegada a Córdoba estuvo muy entretenida. Para empezar, estaba despejado, a pesar de haber estado anunciado lluvia. Luego para mí me sorprendió la belleza de la ciudad antigua, venía con pocas expectactivas por lo que me había dicho un sobrino. Todo lo contrario, encontré esta ciudad con mucho encanto y vida.
Alrededores del Hotel en Córdoba: las calles siempre llenas de gente
Altar de la Iglesia de San Nicolás
Calle del casco antiguo de Córdoba
Además me encontré con una delegación de huasos que venían a hacer una demostración ecuestre, que estaban liderados por el Canciller Alfredo Moreno.
Leyenda apostada al costado de la Catedral de Córdoba
Huasos chilenos en Córdoba
Hoy día tocaba la exhibición de caballos andaluces. Partí a verlos y me entretuve mucho. Estuve también con el Embajador Sergio Romero y con su señora, pariente nuestra.
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