viernes, diciembre 30, 2011

DIA 7: SANTA BARBARA - LAS VEGAS, 30 DE DICIEMBRE 2011

Hoy nos levantamos como a las 8 am con la Ceci, pues debíamos ir al supermercado para comprar algunas cosas para el Departamento de la Vero, como también para tomar desayuno y preparar el almuerzo para el viaje, que debía ser de unas 5 horas.   Si partíamos a las 11 de Goleta, podríamos estar tipo 4 pm en Las Vegas, tiempo suficiente para descansar un poco e ir a buscar las entradas de Love del Cirque du Soleil, que veríamos a las 7 pm.

Así es que llegamos al departamento de la Vero, y una vez desayunados y limpiado todo, partimos a recorrer algo de Isla Vista y el campus de la universidad.  No teníamos mucho tiempo para ver con más detalle, por lo que hicimos una pasada rápida por todos esos lugares.

Surfistas estudiantes de la UCSB
Una "Sororety" de la UCSB



Algunas vistas del Campus de la UCSB
Alrededor de las 12 partimos a Las Vegas.   Buen desafío de lograr llegar allá antes de las 5 pm, sobretodo porque no consideramos que ese día, viernes, era el último día hábil antes de año nuevo, ocasión en que Las Vegas se llena de afuerinos para pasar tan importante efemérides.  Y así fue.  Ya como en la mitad del camino comenzamos a notar que el tránsito se ponía más denso y al cabo de un rato, se comenzó a producir un taco en que no había forma de avanzar.   En una carretera de al menos tres pistas por lado, todos los carriles estaban paralizados.   A ese ritmo, el GPS nos marcaba una llegada a Las Vegas de alrededor las 18.30 hrs.   Nuestro Cirque du Soleil comenzaba a las 19 hrs., lo que nos hacía ponernos nerviosos.


El taco para Las Vegas demoró la llegada en más de dos horas 
Viajar en estas condiciones puede ser más confortable!
Entre Cristián y la Vero comenzaron a pensar cómo podía evitarse perder las entradas, hasta que la Vero llamó a una de sus amigas que también había partido a Las Vegas y que en alguna parte del camino se encontraba, para que la asesorara o al menos diera algunos datos ya que ella podría estar con acceso a Internet.   Fue así como logramos conectarnos con la boletería del teatro y contarles nuestro drama, que para ellos no fue tal.   Simplemente nos ofrecieron cambiar las entradas para el día siguiente y sin ninguna multa.   En un sistema en que la confianza es parte primordial de los negocios, la buena fe también lo es para actuar de esta manera.  La gente no abusa de esta confianza y de este modo se puede esperar que estas situaciones se arreglen así.    Eso nos tranquilizó porque ya no estábamos presionados para llegar a Las Vegas.





La luminosidad en la noche es tan intensa en Las Vegas que pareciera como si fuera de día
Hicimos nuestra entrada triunfal a esta ciudad como a las 7 pm.  Las Vegas es realmente una ciudad misteriosa.   A la distancia veíamos un claro en medio de la noche en que los niños decían que era la luminosidad de Las Vegas.  Yo no lo podía admitir, estábamos a unos cien kms. de distancia y se me hacía difícil pensar que desde tan lejos se podría ver este fenómeno luminoso.   En la medida que nos acercábamos a la ciudad, fui comprendiendo que ello sí era factible.   Estábamos en medio del desierto,   de la nada y la intensidad de la luminosidad de Las Vegas es como para "verlo para creerlo".   Entramos por la carretera principal con edificios que a ambos lados nos mostraban sus gracias atracciones.  Con una luminosidad que parecía pleno día, no había forma de no darse cuenta de las distintas alternativas que ofrece esa ciudad.

Nosotros solo dimos una pequeña vuelta demás porque nos perdimos un tanto para encontrar la salida exacta para llegar a nuestro hotel (la salida estaba clausurada por reparaciones, lo que el GPS no registró).
Una vez en el hotel, en que teníamos un pequeño departamento con dos piezas, dos baños y living con cocina, decidimos descansar y no ir a ningún lado.  Habían sido más de 8 horas de viaje en auto.  Con la Ceci fuimos a un Walgreen que estaba al lado del hotel para comprar algunos comestibles para esa noche y para el día siguiente y luego nos fuimos al sobre, donde yo al menos me quedé dormido en menos de una pestañeada.



DIAS 6: MONTEREY - SANTA BARBARA, 29 DE DIC. 2011

De Monterey a Santa Barbara tardamos aproximadamente 5 hrs.

El 29 de diciembre partimos a Santa Barbara desde Monterey.   El viaje nos tomó un poco más de cinco horas y eso que nos fuimos por la 101 en vez del camino costero.  Lo hicimos porque salimos tarde, alrededor de las 12 pm.   Igual fue un viaje bonito, se recorren paisajes novedosos aunque siempre con alguna similitud a nuestra zona central.

Cabrillo Boulevard, donde se ubicaba nuestro hotel


Llegamos ya oscuro a Santa Bárbara y nos fuimos directamente al hotel a dejar nuestras cosas.  Alojamos en el Hotel la Ceci y yo.  Cristián se fue a alojar al departamento de la Vero, ya que esa noche los chilenos habían organizado un asado.   Santa Bárbara queda como a 20 minutos de Goleta, donde se ubica la UCSB, por lo que decidimos salir a recorrer la calle taquillera de la ciudad, antes de ir a dejar a la Vero.

 Después de recorrer una entretenida calle llena de restaurantes todos con buen ambiente, decidimos instalarnos en uno donde hacían sushi.   Lamentablemente no fue la mejor elección.   Para empezar los únicos clientes fuimos nosotros y luego las porciones que servían eran minúsculas.  No recomendable, por lo que no damos el nombre del restaurante.  Luego comimos el postre en otro local que hacían crepes con helado, a lo que yo me comí una crepe con helado de vainilla y canela.  Fue una atención muy personalizada y una persona sola en todo el local hacía de chef, cobradora y cocinera.  La operación para tres postres duró como 20 minutos, la Vero no comió, y por suerte otros clientes comenzaron a llegar ya cuando estaban terminando de hacernos el último de las crepes.  Rico pero lento!

Frente a la playa de Goleta, en pleno barrio universitario
Ya como a las 9 pm fuimos a Goleta a dejar a la Vero y a Cristián, que alojarían donde la Vero y partirían a un asado de los chilenos que están en Santa Barbara.  Ya estaba refrescando bastante y cuando llegamos a la universidad, hacía harto frío.  La Vero perdió sus llaves del departamento y entre buscarlas en todas las bolsas y carteras que tenía, pasó harto rato.    No las encontró, así es que llamó a la portería para que le abrieran, lo que tardaría otros veinte minutos más.    A esperar no más.  Estábamos todos cansados y con ganas de conocer la casa de la Vero.

En la espera la Vero encontró las llaves y pudimos finalmente entrar y conocer su departamento.  Bien simpático, con dos dormitorios y dos baños, en cada dormitorio duermen dos personas.  Ninguna de las roomates de la Vero estaba.  La idea era que Cristián dormiría en el sofá del living, que también acogía a dos bicicletas, una de la Vero y otra de la Manuela Noguera, que llegaría a Santa Bárbara en esos días.

Con la Ceci nos volvimos a Santa Barbara y finalmente pudimos descansar ese día.

Vista del mar de Isla Vista, en Goleta, donde de ubica la UCSB

jueves, diciembre 29, 2011

DIA 5: MONTEREY, 28 DE DICIEMBRE 2011

La Iglesia católica más cercana a nuestro hotel es donde se instaló la primera misión y ahora se ubica la Catedral de San Carlos de Boromeo, con misa diaria a las 7.45 am.

Con la Ceci fuimos temprano, caminamos media hora de ida en la mañana fresca y silenciosa y media hora de vuelta, por un camino que bordea el mar y unas marinas muy simpáticas.  En el camino encontramos un local muy simpático, Paris Bakery Café, donde tomamos desayuno y aprovechamos a comprar unos sandwiches muy ricos para el almuerzo.   Fue tan rico lo que comimos que este mismo panorama lo replicamos al día siguiente con la Ceci.

Un mural en Monterey que nos pareció entretenido meternos con la Ceci
Amanecer en Monterey
Mi amo está haciendo jogging y a mí me dejaron encerrado!  Quiero conocer al Segundo!
Esta sí que es vida, no hay nada como dormir sobre una buena roca!
Luego de juntarnos con el resto de los niños, partimos a Carmel, vía "17 Miles Drive", que es un camino que bordea el mar y que se introduce por el medio de varias canchas de golf, Pebble Beach entre ellas.

Camino entre Monterey y Carmel, la 17 Mile Dr.
Este camino termina en Carmel, un balneario costero muy exclusivo, con una playa grande, espaciosa, grandes olas y arena blanca y fina.  Una vez que estacionamos el auto, o mejor dicho que la Ceci lo estacionó, pues ella condujo en las "17 Miles Dr.", comenzamos el recorrido de la playa de Carmel.  El día estaba despejado con una temperatura muy agradable.

Conducción segura!
Esto no es Zapallar,  es Carmel!
 Para la conducción a Carmel, la Ceci se presentó de voluntaria, lo que nos facilitó a todos el poder apreciar y disfrutar del camino y sus bellas vistas.  La semejanza del paisaje con el de la costa chilena es muy impresionante!

El paseo fue muy simpático, y uno de los comentarios fue la cantidad de perros que había en la playa, pero todos con dueños, a diferencia de Chile.



La playa de Carmel.  Al fondo está Pebble Beach
Una buena siesta en Carmel puede ser parecido a soñar con el paraíso
Luego de este paseo nos fuimos a la Misión de Carmel.  También fundada por el Padre Junípero Serra, esta misión fue visitada por el Papa Juan Pablo II.  En esta visita nos encontramos con dos familias chilenas que también estaban haciendo un tur por la zona.


Luego de la visita a la Misión, almorzamos en el estacionamiento de la misma unos sandwiches que habíamos comprado en la mañana.   Estábamos con mucha hambre y no nos dio para buscar un lugar más agradable para comer.   Debimos haber sido las primeras personas en la historia de Carmel que en vez de almorzar frente a la playa mirando esos maravillosos paisajes, deciden almorzar en un estacionamiento público rodeado de cemento.   Igual estaban ricos los sandwiches.



Después volvimos a Carmel a visitar el acuario de Monterey que tiene unas muestras muy espectaculares de las especies marina, pero tal vez lo que más impresiona es la exhibición de los distintos tipos de amebas y medusas que existen en el mar, algunas de las cuales son, incluso con ese aspecto tan inocente y delicado, carnívoras y mortales.  También hay una exhibición de cardúmenes de atún, un pez tan rico en proteínas y cotizado por las grandes faenadoras pesqueras del mundo, que es necesario cuidar su explotación para evitar que se exponga a quedar en la categoría de especie en peligro de desaparecer, cómo está ocurriendo en muchos casos con distintas especies marinas.  El acuario cumple también la función de educar y advertir sobre la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente.

La exhibición de los peces se pueden apreciar tras los grandes ventanales submarino

Los colores de las medusas las hacen parecer como delicadas bailarinas que flotan en el aire

miércoles, diciembre 28, 2011

DIA 4: SAN FRANCISCO-MONTEREY, 27 DE DICIEMBRE 2011

Este día miércoles partíamos a Monterey por lo que yo partí temprano a buscar el auto que habíamos arrendado a Hertz.   Lo hice después de ir a Misa y recorrer algunas calles del barrio chino para hacer tiempo.   Acercándome al Hotel donde debía retirar el auto, siendo las 8 de la mañana, me encontré con una tienda Apple que comenzaba a recibir a los primeros clientes.   Me metí y revisé todos los productos que estaban en exhibición, me entretuve mucho.  Al mismo tiempo comenzaban a hacer clases sobre como utilizar algunos programas y el sistema operativo de Apple, de manera de optimizar su uso.  Todo diseñado de primera.

La entrada al Barrio Chino es imponente
El Toyota Camry nos acompañaría en la jornada que emprenderíamos hasta San Diego
Una vez retirado el auto, me dirigí al hotel nuestro a buscar a la tripulación.  Los esperaba levantados, pero por supuesto que esa era una aspiración solamente, poco realista.  Igual la mitad ya estaba con sus maletas listas.  Al resto hubo que empujarlos.  El plan del día era ir a ver una sequoias que están en un parque cerca de Sausalito, en el Muir Woods National Park.  De ahí volveríamos a San Francisco a recorrer algo del Golden Gate Park, que tiene una superficie superior a la de Central Park en Nueva York.

La esquina de nuestro hotel: Mason con Pine, una cuadra para la derecha se llega a la cima de uno de los cerros de SF
Nuestra visita al Parque Muir se frustró cuando quisimos estacionar el auto en algún lugar y estaba todo lleno, había que dejarlo como a 20 minutos caminando de la entrada del Parque y de ahí a encontrar las sequoias podría tardar otro tanto.  Como teníamos tiempo limitado pues queríamos partir luego a Monterey por la ruta costera, decidimos dar por visto el parque, no así las sequoias, y dirigirnos al Golden Gate Park.   Pero antes pasamos por un mirador que se ubica antes de cruzar el Golden Gate para entrar a San Francisco, con el fin de tener una panorámica de la ciudad.

El camino hacia el Parque Muir es muy bonito entre bosques bien conservados 



Allí almorzamos unos exquisitos sandwiches preparados por la Ceci y la Vero, para luego recorrer algo del parque.   Fuimos a una especie de lagunita donde la Ceci, con su espíritu de San Francisco, alimentó a algunas palomas y patos.  Luego fuimos a una cancha de polo y terminamos en otra lagunilla donde la gente practicaba velerismo a control remoto.




El parque Golden Gate tiene muchos rincones acogedores para pasar buenos ratos
Nuestro viaje continuó a Monterey, pero partimos tarde, tipo 2.30 pm, por lo que tuvimos que tomar la decisión de no irnos por la ruta costera puesto que no queríamos atrasarnos en la llegada a Monterey.  El camino dura poco más de dos horas por la ruta 101 pero no es muy es una carretera muy grande y en muchos tramos su standard no es mejor que el de las carreteras chilenas.

Llegamos a Monterey tipo 4.30 pm, con los últimos rayos de luz.  El hotel Intercontinental donde alojamos, muy bueno.   Está en un edificio que simula ser una de las faenadoras de la época, por afuera no le han hecho ningún cambio a su arquitectura, pero por dentro es un hotel moderno con piezas amplias y muy cómodas.  Esa noche, luego de habernos instalado, nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores del hotel y terminamos comiendo en El Torito, restaurante mexicano muy rico.

Ruta SF - Monterey que hicimos

Comiendo en el Torito en Monterey

martes, diciembre 27, 2011

DIA 4: 27 DE DICIEMBRE, SAN FRANCISCO-MONTEREY

DIA 3: 26 DE DICIEMBRE 2011, SAN FRANCISCO


Este día fue dedicado a visitar Berkeley, la Misión de San Francisco, el barrio Castro y luego el barrio hippie.   Fue largo, cansador por las largas caminatas, pero también muy entretenido.

Pero lo primero que hicimos fue devolver las bicicletas.  Para ello tuvimos que subir una muy empinada cuadra por Mason hasta la cumbre de una colina y de ahí todo el camino fue de bajada.  Cristián fue el único que logró no bajarse de la bicicleta.   Todos los demás lo subimos a pie.   El día amaneció nublado y algo frío.  De las bicicletas tomamos un bus (US$ 2 por persona), hasta la estación de metro.   Ahí abordamos el metro con dirección a Berkeley downtown (US$ 7,50 ida y vuelta).   El viaje toma como unos 20 minutos.   El metro es muy moderno, limpio, silencioso, cómodo y bien calefaccionado.   Tal vez por ser feriado, no tenía mucha gente, por lo que siempre logramos asiento.

El metro es cómodo y con amplia cobertura
La vuelta se hizo cansadora luego de una larga caminata por el campus de la U de Berkeley



Una vez en Berkeley, aterrizamos en la calle Shattuck con University, muy bien ubicados para comenzar nuestro recorrido por el campus de Berkeley.   El día no nos acompañaba, eso sí, estaba nublado y frío.    Por eso tuvimos que movernos rápido.   Pasamos por la facultad de psicología, por la de zoología y varias más, hasta llegar al centro donde se levanta un gran campanario con un reloj que se ve desde todas partes del campus.   Otro de nuestros objetivos también era conocer el estadio de la Universidad de Berkeley, el que nos habían dicho que era muy impresionante por sus dimensiones.   Así lo pudimos comprobar por afuera, puesto que lo estaban remodelado y no pudimos entrar al mismo.

El campanario de la Universidad de Berkeley es un punto de referencia para ubicarse en ella
Frente a la Facultad de Zoología
Visitando las instalaciones deportivas de la U Berkeley
Una de las puertas de entrada a la Universidad
Otra de las facultades, la U de Berkeley tiene grandes edificios
De vuelta en San Francisco, nos dirigimos al barrio de la Misión, donde los Franciscanos instalaron los primeros asentamientos de la ciudad de San Francisco.  el lugar tiene una iglesia muy imponente que fue reconstruída después del terremoto de comienzo del siglo XX.   A su lado está la iglesia original que resistió el terremoto.

Interior de la Iglesia original de la Misión de San Francisco
La nueva Iglesia construída al lado de la primera Iglesia de la Misión 
Desde la Misión nos fuimos caminando a la calle Castro, donde vive la comunidad gay.   No deja de ser fuerte lo que se allí se ve.  Es raro ver parejas heterosexuales, pero tampoco vimos lesbianas.  Los hombres caminan de a parejas o en grupos y se ven de todas las edades.  Toda la propaganda que se ve en las calles está orientada para este segmento de la población y todas las tiendas se ven bien decoradas y con mucho gusto.

Las calles de la calle Castro son muy pintoresca y acogedoras 
Publicidad para el segmento homosexual en la calle Castro
Con una psicóloga que nos encontramos en el barrio Castro
Nosotros caminamos algunas cuadras y luego nos dirigimos al barrio hippie, para lo que tomamos un bus.

El barrio hippie por otra parte, se ha transformado en un barrio comercial y casi burgués.  Se ven algunos hippies auténticos y la mayoría de la gente se ve como un típico lugareño, amistoso, liberal y feliz, pero "aburguesado".   Hay eso sí tiendas entretenidas y cosas distintas que hacen del lugar que aún sea atractivo y digno de ser visitado.

En plena esquina donde se inició el movimiento hippy
La publicidad está hecha con el arte hippy
La originalidad y sentido del humor destaca en este barrio
Modelos de zapatos que se ofrecen en el barrio hippy
Finalmente cuando nos fuimos a la casa, pasamos por un supermercado para comprar algunas cosas para comer y para el día siguiente.