domingo, diciembre 25, 2011

DIA 1: 24 DE DICIEMBRE 2011, SAN FRANCISCO

El 23 de diciembre del 2011 partimos con Cristián y la Ceci a California a encontrarnos con la Vero que pasa un semestre estudicando en la Universidad de California en Santa Barbara.   El encuentro sería en San Francisco, el día 24, para ir bajando por la costa hasta llegar a Santa Barbara.  De ahí desviarnos a Las Vegas donde pasaremos el año nuevo y luego volver a la costa, esta vez a Los Angeles y terminar en San Diego. 

Nuestra partida de Santiago se inició a las 18.30 hrs., en que nos pasó a buscar un auto de Taxi al Minuto.  Con el fin de aprovechar las millas acumuladas, yo viajé en LAN y los niños en American.  Mi vuelo era Lima-San Francisco.  El de los niños Dallas-San Francisco.

El aeropuerto de San Francisco es moderno y amistoso
Tuve un vuelo fue muy tranquilo y pude dormir harto.  Sin embargo es un vuelo largo, de más de 18 hrs. puerta a puerta.

La llegada a San Francisco fue sin contratiempo.  Mi avión llegó a las 7 am y el de los niños a las 9.12 am.    Cuando nos encontramos fuimos a buscar las maletas y nos vinimos a la ciudad en metro (BART),  (US$ 8 c/u).  Nos bajamos en la estación Powell, a unas 8 cuadras del hotel y de ahí tomamos un taxi (US$ 8).   El hotel, Grosvenor Suites (899 Pine St.), es muy rico, la pieza amplia con cocina y dos camas matrimoniales más un sofá cama.  Está muy bien ubicado, cerca de Union Square y del barrio chino.  La antigua catedral de San Francisco, The Old Cathedral of Saint Mary of the Inmaculate Conception, está a cinco cuadras del hotel y tiene misas todos los días a las 7.30 am.




Para la tarde teníamos planeado ir a Alcatraz, pero lamentablemente no pudimos porque hay que hacer reserva con una semana de anticipación, al menos en esta época del año.

Tipo 1 pm llegó la Vero al Hotel, venía con unos amigos de Cristián, Pedro Infante, el Toto Lira y Felipe Del Río.  Saludamos al grupo y nos despedimos para partir a caminar por el barrio chino.   

Toto Lira, Pedro Infante, Vero, Cristián, Felipe del Río y Ceci
Bajamos por la calle Pine hasta Grant y de ahí doblamos en dirección del mar.  Pasamos frente a la Antigua Catedral de San Francisco, donde decidimos asistir a la Misa de visperas de Navidad.   Supusimos que no nos iba a dar para ir la Misa del Gallo en la Catedral.  Estábamos muy cansados.  Y más lo estaríamos depués de la larga caminata que hicimos posteriormente.

En Pine con Powell, a una cuadra de nuestro hotel
Los carritos de San Francisco le dan una personalidad muy especial a la ciudad
La caminata por Grant fue muy entretenida, el barrio chino es muy variado, con tiendas finas y otras no tanto, pero todas muy novedosas y para qué decir lo barato de los precios.  Los niños estaban por comprarse todo, sorprendidos por las cosas que encontraban al alcance de sus bolsillos.

En pleno barrio chino
En la mitad del camino encontramos un restaurant ubicado en un edificio bastante  pintoresco que parecía un cuadro realista.  El restaurante, pese a lo modesto, bastante bueno.  New Sun Hong Kong.   Cristián que no tenía ninguna fe en la comida china, terminó convertido.   Pedimos porciones para tres y comimos los cuatro bastante abundante.   Afuera del restaurante había un grupo de chinos, alrededor de ocho músicos, que no pararon de interpretar diversas melodías chinas que nos transmitían esa paz y tranquilidad tan típica de ese pueblo.


El edificio parece un cuadro hiperrealista
Nuestra caminata por Grant continuó, y ya saliendo del barrio chino comenzamos a caminar por un barrio residencial con casas bastante buenas y bonitas.  Esta zona de San Francisco es pura colina, lo que hace la caminata más difícil, para los que no estamos en forma, pero también más entretenida.   Al final del camino llegamos justo al Pier 39.   Queríamos ver si había alguna posibilidad de en persona encontrar tickets para ir a Alcatraz, lo que no fue posible.  Igual recorrimos el Pier 39, muy entretenido, lleno de tiendas bien puestas y con una cantidad de turistas que no paraba de fluir.   Allí nos encontramos con un chileno que tenía dos tiendas de ropa bastante elegante.   Muy agradable y simpático, nos dio una cantidad de recomendaciones sobre dónde ir al día siguiente.

Frente a una espectacular chocolatería en el Pier 39
En el Pier 39 con San Francisco de fondo
De aquí con Cristián nos volvimos al hotel en Taxi, mientras la Vero y la Ceci se volvieron caminando.  La temperatura, apenas se puso el sol, alrededor de las 5.30 pm, comenzó a bajar y yo con el cansancio y con el frío, decidí venir a descansar al hotel.  Cuando llegaron la Ceci y la Vero, luego de descansar un rato, partimos nuevamente, esta vez a Misa.   Caminamos hasta Grant con California, donde la antigua Catedral, pero para nuestra sorpresa, el oficio fue a las 5.30 pm.  Rápidamente la Vero y Cristián se comunicaron con Pedro Infante que también estaba yendo a Misa de 7.30 pm, para saber donde era.   Resulta que estaban a 4 cuadras de donde estábamos nosotros por lo que nos dirigimos raudamente para allá.   Pero eran cuatro cuadras de las que hay en San Francisco y estas deben haber sido las más empinadas de la ciudad.   Fue una larga y pesada caminata.  Pero llegamos y a tiempo.   A la Grace Cathedral.

Cuando ibamos entrando nos recibió una música celestial, un gran coro y un órgano imponenente.      Pese a que estaba llena, logramos encontrar asiento.  Todo bien hasta que comenzamos a darnos cuenta que el servicio lo presidía un Obispo pero toda la ceremonia la hacía una sacerdotisa.  Estabamos en una Iglesia Pentecostal, que pese a algunas diferencias en la liturgia y las personas que las hacían, no se diferenciaba en las lecturas que se leyeron de las de la Iglesia Católica.  Lo mismo en cuanto a la prédica, fue muy buena centrada en el significado de la venida de Jesucristo a la tierra.

A la salida de Misa, nos encontramos con el grupo de chilenos que están, como la Vero, estudiando en Santa Bárbara y San Diego.   Todos muy simpáticos y sacándole el jugo a su estadía.  Después de caminar un rato con ellos, nos separamos y nos fuimos a comer a un restaurante cerca del hotel.   Yo me comí una buena Clam Showder que me repuso del frío y del cansancio.  De ahí, todos reventados, llegamos al hotel y ya tipo 11 pm dormíamos todos profundamente.

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