lunes, octubre 11, 2010

Peregrinación a Tierra Santa (10)

Lunes 11 de Octubre de 2010

Este día dimos una vuelta por la ciudad amurallada de Jerusalem. Luego nos dirigimos a Getsemaní, Betania (Iglesia de Marta y María y la tumba de Lázaro), el Monte de los Olivos (Edículo de la Ascención, el recinto del Pater Noster, capilla franciscana Dominus Flevit y el Huerto de los Olivos), el barrio judío y el Muro de los Lamentos
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Nuevamente nuestro querido guía nos hizo madrugar para estar listos a salir del Hotel a las 7.30 am. La salida fue un tanto caótica. El hotel, Intercontinental, es enorme y ese día estaba ya a esa hora con mucha actividad con grupos que salían al mismo tiempo. Para mal de males, unos de los empleados del hotel sufrió un ataque cardíaco, lo que retrasó toda la partida. La espera fue larga y muchos pensaban que podrían haber seguido aprovechando mejor el tiempo en posición horizontal. Pero ya estamos arriba del bus en condiciones de cruzar el muro que separa Belén de Jerusalem.

El muro que encarcela a Belén

Cruzamos la muralla que rodea Belén, una construcción inexplicable para mí, y que es como encarcelar a todo un pueblo, con familias, mujeres, ancianos y niños, siendo un caldo de cultivo que solo contribuye a crear mayor resentimiento y prolongar la situación de inestabilidad e inseguridad en la zona, lo que de seguro no conviene a nadie. Lamentablemente el poder y la ambición alimenta a unos cuantos terroristas o violentistas que la única consecuencia que trae es perjudicar a la gran mayoría que, no obstante querer solucionar los problemas que tiene con el Estado de Israel, aspira a vivir tranquila, criar a sus hijos y tener un trabajo seguro.


Los palestinos expresan sus sentimientos en el muro levantado por Israel

 Nuestro recorrido por la mañana comenzó con una vuelta a la ciudad amurallada de Jerusalem, viendo las 8 puertas que tiene la ciudad, y luego nos fuimos a Getsemaní donde tuvimos nuestra Misa del día.


Vista de la ciudad amurallada de Jersualem

Una de las Ocho Puertas que acceden al Jerusalem amurallado

En Getsemaní Jesús inicia su agonía, el Jueves Santo se retira para orar al Padre, para prepararse para la muerte tan humillante a la que se someterá. La Eucaristía que se celebró fue por eso muy emotiva.

Celebramos una misa muy piadosa
Después nos fuimos al monte de la Ascensión, para visitar la Iglesia de la Ascensión, que rememora la Ascensión del Señor.   Destacamos que el Evangelio de Lucas ubica este hecho cerca de Betania y los Hechos de los Apóstoles en el Monte de los Olivos. El Santuario es un recinto octogonal con una edícula abierta al cielo, sobre la roca natural del monte.   Esta construcción obra de los cruzados, se transformó luego en mezquita y los musulmanes cubrieron con una cúpula la parte superior de la misma.

Iglesia de la ascención
Visitamos también Betania, el lugar donde vivían Lázaro, Marta y María, los amigos de Jesús. Betania es muy especial para mí, puesto el Hogar de niñas que tenemos en Pucón lleva este nombre, precisamente porque su significado se asocia a acogida y hospitalidad. También es el lugar donde Jesús lloró cuando Marta le anunció que su hermano Lázaro había muerto. Al ver la angustia de Marta y de otros judíos que lloraban, Jesús también sufrió con ellos, no los dejó solos en esta pena, demostrando una vez más que Dios está con nosotros y nos acompaña siempre en nuestros dolores y angustias y busca reconfortarnos. Como Marta, hay que llamarlo y confiar que El nos dará una mano.

Iglesia de Betania

En la tumba de Lázaro:  Pedro, MariPaqui, Lidia, Jaime, María, Tito e Isabel
Luego visitamos la Iglesia del Pater Noster, donde Jesús le enseñó a sus discípulos a rezar el Padre Nuestro.   Este lugar se convirtió en un monasterio de religiosas carmelitas que han ambientado el claustro y sus muros con reproducciones del Padre Nuestro en 116 idiomas sobre azulejos.

Ceci y Calixta en la Iglesia del Pater Noster
Visitamos también el Santuario Dominus Flevit, ubicado frente a Jerusalem y donde Jesús sollozó por segunda vez al contemplar Jerusalem a la distancia. Jesús se puso triste al contemplar la ciudad donde sus habitantes, los mismos que habían sido conducidos por la mano de Dios a la "Tierra Prometida", estaban pronto a condenarle y crucificarle.

Domus Flevit

El Padre Magín explica y el grupo escucha atentamente en Domus Flevit

En Betfagé, un pequeño poblado desde donde Jesús mandó buscar el pollino para entrar en Jerusalem, es donde se inicia la procesión del domingo de ramos.   También pasamos por allí.

Pilar desde donde se inicia la procesión de Domingo de Ramos hacia Jerusalem

Ceci con Jerusalem de fondo
Luego nos fuimos al Hotel Ritz (no es el mismo de la cadena internacional, pero le hace esfuerzo), donde nos instalamos y bajamos a almorzar.  Sin tiempo para dormir la siesta, nos subimos al bus para continuar nuestra peregrinación por los lugares santos. En la tarde recorrimos la Iglesia de San Pedro in Gallicantu, vimos la escalera de los Macabeos, y en seguida fuimos a recorrer a pie las calles del barrio judío de la ciudad amurallada y muro de los lamentos.
La Iglesia de San Pedro in Gallicantu recuerda el momento en que Pedro niega por tres veces a Jesús antes de que cante el Gallo (Lc. 22, 60-62).

Acierto de fotográfico de Ceci.  Es la veleta que está sobre la Iglesia de San Pedro in Gallicantu

Ceci con la Iglesia San Pedro in Gallicantu a sus espaldas
La Escalera de los Macabeos, enlaza la ciudad de David y el valle del Cedrón, es la misma que se usaba en tiempo de los Evangelios y es altamente probable que el Señor bajara por ella la noche del Jueves Santo cuando se dirigió a Getsemaní a orar en el Huerto de los Olivos.

Escalera de los Macabeos por la que bajó Jesús el Jueves Santo

Ceci en la Escalera de los Macabeos

La Hermana Carolina frente a la Escalera de los Macabeos

Ceci con la Hermana Carolina en el Barrio Judío de Jerusalem

Barrio Judío de Jerusalem

El Muro de las Lamentaciones

Judíos rezando ante el Muro de las Lamentaciones

La Ceci y su Papá en el Muro de las Lamentaciones
Mucha devoción y piedad se ven en el Muro de las Lamentaciones
Luego fuimos caminando hasta el Santo Sepulcro, pero porque era demasiado tarde solo pudimos ver el Golgota, que dicho sea de paso está ubicado dentro de una iglesia y apenas se puede tocar la roca donde se supone fue colocada la Cruz de Nuestro Señor.   Pero es de los momentos importantes de esta peregrinación.    Estar tan cerca del lugar donde se crucificó a Jesucristo produce una conección especial.  Además, entre lo significativo que es el lugar, la cantidad de gente que está en la misma búsqueda, aunque sean de credos distintos, invita a reflexionar sobre el sentido de la vida y la relación del hombre con Dios y la trascendencia.

Llegando al Santo Sepulcro

Peregrinos besando la Piedra de la Unción
Finalmente, regresamos al Hotel, caminando por las callecitas del Jerusalem, llenas de vida, de comercio y de historia

Las calles del Jerusalem intramuros
 
Calles de Jerusalem en la noche.  Comienzan a cerrar
 
Muchas variedades de telas se encuentran en Jerusalem
 

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