Barcelona es una ciudad muy especial, muy cosmopolita, con una identidad y una personalidad muy propia que la hacen ser distinta a cualquier otra ciudad en el mundo. Son de esas ciudades en que uno camine por el barrio que camine, siente que hay vida, vida propia, donde no hay necesidad de salir a mirar por entretenciones en otros barrios.
Frente al Hotel en Barcelona
En la Rambla de Barcelona
La verdad es que me dio la impresión que España entera es así, los españoles, crisis económica de por medio, igual siguen gozando su vida, extrovertidos, alegres y gritones, compartiendo sus penas y alegrías alrededor de unas buenas tapas y copas de vino.
El Calvario en el Parque Guell
Mi estadía en la ciudad condal fue solo de cuatro días, por lo que sería presuntuoso hacer un análisis profundo de la ciudad, pero me quedé con una impresión muy grata de la ciudad. Entretenida, cada rincón que recorrí lo gocé y lo encontré muy interesante. Caminé harto, mi hotel estaba en el Paseo de la Bonanova, y de ahí partía caminando a la Sagrada Familia, al Parque Güell, a la Plaza Catalunya, al barrio Gótico. Fui al Camp Nou, al Tibidabo, a Montserrat... Me metí a Iglesia que pude, cada una un museo desde el punto de vista del arte que allí se exponía.
Jugando bolos en la plaza frente a la Sagrada Familia
Tomaba desayuno en distintos cafés y locales que se me cruzaban por el camino, miraba y observaba la costumbre de la gente desde las plazas y en los buses. Sentía el cariño y la preocupación cuando me percibían perdido, en ninguna parte me ha pasado, salvo en España, que la gente detenga sus autos y se bajen a darme la mejor explicación posible para llegar al lugar que consulto. Tampoco me había pasado que cuando me veían con un mapa caminando, me ofrecieran consejos de qué debía ver. Gente amable y que utiliza su tiempo para ayudar a los demás. Eso no lo he visto en otra parte fuera de España.
La forma cómo comparten los españoles es muy única también. Al menos muy distinta a cómo lo hacemos los chilenos. Salir a encontrarse en un bar, juntarse los amigos en torno a unas tapas, recorrer más de un local para probar distintos bocadillos, es parte de la vida cotidiana de los españoles, al menos así lo capté en mi estadía en Bilbao. Además, los españoles son de carácter fuerte, cada uno con su opinión, y que la hacen ver, sí que lo hacen!
Las motos no tienen problema para encontrar estacionamientos en Barcelona
Los motonetistas tienen su paraíso en Barcelona
Algo que me gustó especialmente de España, es la cultura de la moto. Las ciudades están hechas para los motonetistas, desde las preferencias que se les dan para estacionar en las calles, hasta el respeto por su conducción. No hay distinción de sexo o edad entre los que manejan. Desde chicas coquetas con taco alto a otras que incluso fuman mientras conducen, es normal ver a todos, ejecutivos elegantemente vestidos, pero no adecuadamente para andar en moto, jovenes que van a practicar alguna actividad deportiva o incluso caballeros mayores, que salen de las luces rojas como manadas furiosas persiguiendo a su presa. Es un espectáculo bien único, pues además andan a velocidades que deslindan con la imprudencia. Pero no se ven accidentes.
Otra característica de Barcelona es el idioma catalán. Todos los catalanes hablan catalán. Las misas, en su mayoría, son en catalán, los avisos en las calles son en catalán, los periódicos locales son en catalán. Eso no quiere decir que no hayan explicaciones en español, pero llama la atención cómo están orgullosos de su identidad cultural propia. Me tocó ver un concierto en la Plaza del Rey como culminación de la semana de la poesía, en que un cantante muy popular hizo toda su presentación en catalán.
Cada rincón de Barcelona es una caja de sorpresas, llena de vida y sabiduría para gozar la vida
El barrio gótico y sus calles llenas de encanto
También estuve todo el sábado caminando por distintos lados en el barrio gótico. Cada una de sus calles tiene un encanto, las tiendas, los locales, los bares y restaurantes. Y todo masivo, mucho turista, es cierto, pero también mucha cultura alternativa. Uno de los mejores postres de arroz con leche que he comido en mi vida ha sido en un restaurante llamado Orio. Es un local más bien moderno en que las mesas son comunes, por lo que se puede compartir con gente que uno no conoce, donde uno se puede servir todo tipo de tapas a elección. Al final la cuenta es sobre la base de tapas que uno ha consumido, lo que se comrpueba por los palitos que va dejando en el plato. Que se podría hacer trampa, y mostrar menos palitos, se podría hacer perfectamente, pero eso no está considerado allí. Se confía en la buena fe de la gente. También este restaurante está muy bien servido, su personal es sumamente amable y profesional.
También tuve muy buena experiencia en el restaurante Xaloc, donde el jamón serrano que sirven es una delicia.
En resúmen, algo que no puede faltar de ser visitado en Barcelona, es el barrio gótico, es único. El día sábado además es muy animado, en sector donde está la catedral, se juntan músicos y artistas que hacen sus números y todos de muy buena calidad. También me tocó ver cómo el folklor regional tiene su peso en la cultura catalana. Una banda se puso a tocar sardanas catalanas y media plaza se puso a bailarlas, fue muy pintoresco.
Luego otro grupo de comenzó a hacer competencias de montañas humanas, con niños pequeños que subían a las puntas de unas pirámides de personas que daban harto susto que fueran a perder el equilibrio. Pero son costumbres locales donde la competencia y temple individual se forman a través de un trabajo en equipo muy fuerte.
Para los motoqueros, un paseo entretenido es subir el Tibidabo, está metido en el medio de Barcelona y es una montaña pequeña pero con hartas curvas que termina en un parque de diversiones y también en la Iglesia del Sagrado Corazón del Tibidabo, que tiene una vista que domina toda Barcelona y que además tiene un Cristo que domina toda la ciudad. Su Iglesia también es bien imponente y con ricos objetos de arte.
El Cristo del Tibidabo
El Sagrado Corazón del Tibidabo
Barcelona desde el Tibidabo
Panorámica de Barcelona
El Camp Nou, el estadio del Barcelona es parte de Barcelona, y también diría de la humanidad. A todos los fanáticos del fútbol su visita es una obligación. Basta entrar por sus pasillos para encontrarse con una mística y un orgullo de haber logrado los grandes éxitos de ese club, acogiendo a jugadores que han marcado huella y que ahora en la actualidad la marcan los Messi, Puyol, Alexis (el niño maravilla) y tantos otros.
El orgullo de un club exitoso
También es algo digno de verse la iglesia de la Sagrada Familia, obra concebida por el arquitecto y pintor Antonio Gaudí. La Sagrada Familia es una gran catedral que invita al recogimiento, pese a lo moderna que es. Todo está dispuesto de manera que uno sienta la trascendencia. Las enormes columnas que sostienen su techo de forma de callampas, la cantidad de elementos que lo relacionan a uno con la naturaleza, la variedad de simbolismos que se desprenden del diseño y de de la decoración del templo, lo convierten en un edificio único que destaca por su originalidad y buen gusto.
La Catedral de Barcelona también es digna de ser visitada, con muchas capillas laterales con retablos que son únicos y verdaderas piezas de arte, se encuentra en pleno barrio gótico de la ciudad.
La obra inconclusa de Gaudí
La Sagrada Familia con su estilo rococó, cubre todos los aspectos de la vida de Jesús
LA VIRGEN DE MONTSERRAT
También es un viaje casi imprescindible visitar el Monasterio de Montserrat, ubicado a unos cincuenta kilómetros de Barcelona, en medio de unas montañas muy pendientes y de grandes rocas. El Monasterio está construido en esas alturas, lo que le da un carácter bien místico. El día que fui estaba completamente nublado, tanto así que no se veía la punta del campanario, pero lleno de peregrinos. Y me dicen que todos los días es así. En el Monasterio se ubica la Virgen de Montserrat, que es la Patrona de Catalunia. Hay una gran devoción por la Virgen de Montserrat y el día que estuve allí, hubo una ceremonia en que cantó "Escolania Montserrat", coro compuesto por niños en su mayoría y que tiene un prestigio a nivel internacional. La basílica de Montserrat es también digna de verse, con muchos objetos de arte de un valor incalculabe, todo lo que allí se expone invita a acercarse a Dios.
Peregrinos en el Santuario de Montserrat.
La niebla no permitía ver el campanario ni la roca en la que se insertaba el Monasterio de Montserrat
Subiendo para ver la Virgen de Montserrat
Los cerros son pura roca en el Monasterio de Montserrat
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