La Voz del Azar: La vuelta a España 6: Viaje a Fátima

Jueves 3 de mayo 2012

Ruta Sevilla - Fátima

Contexto de la ruta

Hoy tenía que partir temprano a Fatima, pero a pesar de haber amanecido con un sol radiante, el pronóstico decía que iba a llover tanto en Sevilla como en Fátima a partir de las 10 am. Así es que estuve en los últimos tres días tratando de cambiar el arriendo de moto que tenía hecho para tomarla en Santiago de Compostela. Pero ello no fue posible. Por lo tanto, obligado a partir y correr el riesgo. Igual me decían que la moto y los caminos son seguros, por lo que los accidente pueden ocurrir por imprudencia de los distintos conductores. Antes que nada, me levanté y fui a Misa a la Catedral. Misa de 8 am en una de las capillas laterales. De ahí fui a tomar desayuno al Starbucks que hay en la esquina con la Catedral, para luego ir a buscar la moto. Antes pasé por el hotel a buscar mis cosas.
Entre que llegué al local donde me entregaron la moto, una BMW F800ST, que terminaron de arreglarla y que partí, dieron la una de la tarde. Con esta partida, no llegaría antes de las 5 pm a mi lugar de destino, si es que no paraba en ninguna parte.

La compañera de viaje en la tienda, lista para ser cargada

Había que partir no más. Justo comenzó un aguacero en ese instante, como advirtiendome lo que me iba a pasar en el camino. Carlos Montes, de IMTBike me escoltó en un auto hasta la salida de Sevilla que debía tomar. De ahí seguí despacio, tratando de familiarizarme con el manejo de la moto y con todos los comandos que tiene. Todo ello en medio de una lluvia que caía cada vez con más fuerza.
Por suerte no había mucho tráfico y luego de algunos minutos, la lluvia comenzó a amainar. La visibilidad mejoraba y todo se hacía más fácil. Hasta que de repente empezó una granizada que casi me hace detener el camino, lo que incluso podría haber sido menos seguro.
También se pasó esa amenaza y así fue mi bautizo en el manejo de esta moto. El camino comenzó a ser más tranquilo, la lluvia cesó, apesar de continuar habiendo nubes amenazantes, pero si no llovía, todo era más fácil. Poco a poco fui tomando confianza, igual los cambios no los había practicado mucho, y tampoco los frenos, por lo que cuando me veía solo en la autopista, practicaba cuánto más podía.
Como a las dos horas de manejo, decidí parar a comer algo. Una buena omelette me dio fuerzas para continuar el trayecto, en una tarde aunque nublada, ya no era lluviosa.
El trayecto fue por la A66 hasta Mérida (190 kms), de ahí me dirigí hacia Badajoz (60 kms hacia el oeste), que está pegado a la frontera con Portugal. De frontera ni hablar, no hay controles, letreros ni nada que diga "Bienvenido a..." o "Hasta la vista...". Me di cuenta que estaba en Portugal porque los letreros estaban en portugués. Luego de 15 kms., tomé la N243 hacia el norte. Y aquí comenzó lo entretenido del viaje. Los caminos lindos, de pueblos rústicos como si se hubieran quedado pegados en el pasado, los campos verdes y bien cuidados, los olores de las vacas y todo lo que dejan como consecuencia, las curvas suaves y pendientes moderadas, me hicieron gozar el momento.

Rua das Evas, Portugal

De la N246, pasé a la A23 hacia el oeste (104 kms.). Solo 89 kms. me faltaban para llegar a Fatima. Ya estaba cansado a esas alturas, eran las 8.10 pm y calculaba llegar a las 9.14 pm, en una hora más. En total fueron 460 kms. que los hice casi sin parar. Siete horas, que se deben haber traducido en unas cinco horas arriba de la moto, si descontamos el almuerzo y las paradas para poner bencina (que fueron dos).
Como no estaba acostumbrado a la posición de F800ST, llegué bastante molido a Fatima.
Una vez instalado en el hotel, fui a comer y luego al Santuario. Eran como las 11 pm y había una procesión donde se sentía una fuerza sobrecogedora.