Sábado 10 de febrero: Nuestro segundo día de viaje hacia Madrid fue relajado, tanto así que ninguno de los planes previos se cumplió. Queríamos ir al Sea Aquarium, a la playa (la Vero), a tomar desayuno al Larios (en South Beach), al Parrot Jungle o a un Mall. Total, teníamos todo el día hasta las 3 pm. Sin embargo lo único que hicimos fue levantarnos tarde y partir a desayunar/almorzar al Rusty Pelican. Y valió la pena. Estabamos todos cansados. No habíamos dormido muy bien, Cristián porque se le desarmó la cama, la Vero porque mis ronquidos la molestaban. Etc. Yo desperté a las 9 am, tarde para mis estándares. Para dejarlos dormir, me fui al gimnasio e hice una hora de elíptica. Llegué de vuelta a la pieza, me duché y comencé a despertar a todos. Luego de hacer las maletas fui a chequear y cargar el auto (una camioneta Santa Fe, puesto que el Mustang fue provisorio porque no había un auto mas grande al momento de arrendarlo). A pesar de que el mustang fue rico para lo que hicimos el día anterior, por suerte ahora teníamos esta camioneta, pues de lo contrario no nos habrían cabido las maletas.
El día en Miami estaba muy agradable, una temperartura de unos 20 grados, con muy buen sol. Decidimos ir al Rusty Pelican por la ubicación y por la vista que tiene. Y fue un acierto. El restaurante es muy pintoresco, con una decoración bien especial basada en conchas pero con harto gusto. Nos tocó una mesa al lado de la ventana y contigua a una sección donde había una despedida de soltera. La comida no era muy buena, pero como estabamos con hambre, la gozamos. Al irnos, dimos un paseo por el exterior y entramos por otra puerta al restaurante, donde había la celebración de una boda. Estaba de lo más animada y hartas ganas nos dieron de quedarnos allí. Eran cubanos y junto con almorzar, había música de salsa y varias parejas bailando. Qué entretenidos!
De ahí partimos al aeropuerto. El viaje a Madrid dura 7 hrs., partiendo a las 6 pm de Miami. Será una noche corta y veremos en qué estado llegamos a la ciudad donde M. Angélica nos espera.
El día en Miami estaba muy agradable, una temperartura de unos 20 grados, con muy buen sol. Decidimos ir al Rusty Pelican por la ubicación y por la vista que tiene. Y fue un acierto. El restaurante es muy pintoresco, con una decoración bien especial basada en conchas pero con harto gusto. Nos tocó una mesa al lado de la ventana y contigua a una sección donde había una despedida de soltera. La comida no era muy buena, pero como estabamos con hambre, la gozamos. Al irnos, dimos un paseo por el exterior y entramos por otra puerta al restaurante, donde había la celebración de una boda. Estaba de lo más animada y hartas ganas nos dieron de quedarnos allí. Eran cubanos y junto con almorzar, había música de salsa y varias parejas bailando. Qué entretenidos!
De ahí partimos al aeropuerto. El viaje a Madrid dura 7 hrs., partiendo a las 6 pm de Miami. Será una noche corta y veremos en qué estado llegamos a la ciudad donde M. Angélica nos espera.
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