Jueves 22 de febrero:
Ya nos quedan solamente tres dias para regresar a Chile.
Amanecimos en Salamanca, con un día completamente despejado pero como corresponde a pleno febrero, muy helado. Yo me levanté más temprano que los demás y aproveché para visitar la Catedral (nueva y vieja) por dentro y subir a sus alturas. Muy impresionante. Luego fui al Monasterio de San Esteban. Lugar donde la Orden Dominicana tiene su sede, tanto su claustro, como sus interiores y la iglesia son imponentes.
Luego seguimos a Segovia, donde llegamos a almorzar al Mesón de Cándido. Cochinillos por supuesto. Nos recibió el hijo de Cándido, muy simpático, nos recitó un poema que Pablo Neruda escribió sobre Segovia. La comida muy rica, y de postre el infaltable arroz con leche. Ha sido uno de los que más me ha gustado en España.
En Segovia no recorrimos mucho pues llegamos tarde. Nos fuimos al Alcazar inmediatamente después de almuerzo. Lo recorrimos entero y subimos hasta el último peldaño de su torreón, apesar de lo pesado que estabamos con los cochinillos en el estómago. Terminada esa visita nos regresamos a Madrid.
Al ver el mail, me percato que mi cuñado Gonzalo Téllez me ha estado siguiendo en el blog. Qué bueno haber sido un canal de buenos recuerdos de su estadía en España.
Ya nos quedan solamente tres dias para regresar a Chile.
Amanecimos en Salamanca, con un día completamente despejado pero como corresponde a pleno febrero, muy helado. Yo me levanté más temprano que los demás y aproveché para visitar la Catedral (nueva y vieja) por dentro y subir a sus alturas. Muy impresionante. Luego fui al Monasterio de San Esteban. Lugar donde la Orden Dominicana tiene su sede, tanto su claustro, como sus interiores y la iglesia son imponentes.
Luego seguimos a Segovia, donde llegamos a almorzar al Mesón de Cándido. Cochinillos por supuesto. Nos recibió el hijo de Cándido, muy simpático, nos recitó un poema que Pablo Neruda escribió sobre Segovia. La comida muy rica, y de postre el infaltable arroz con leche. Ha sido uno de los que más me ha gustado en España.
En Segovia no recorrimos mucho pues llegamos tarde. Nos fuimos al Alcazar inmediatamente después de almuerzo. Lo recorrimos entero y subimos hasta el último peldaño de su torreón, apesar de lo pesado que estabamos con los cochinillos en el estómago. Terminada esa visita nos regresamos a Madrid.
Al ver el mail, me percato que mi cuñado Gonzalo Téllez me ha estado siguiendo en el blog. Qué bueno haber sido un canal de buenos recuerdos de su estadía en España.
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