Miércoles 14 de febrero:
Este ha sido el primer día en que pude tomar desayuno, vale decir me levanté antes de las 9.30 am. La Ceci nos vino a despertar y valió la pena. El desayuno es rico y abundante en el Colegio Mayor.
Este día fuimos por la mañana a visitar el Palacio Real. Nos transportamos en un bus público que venía repleto, parecíamos ganado dirigiendonos a la feria. Igual fue pintoresco pues sirvió para conocer a varios personajes y también pecibir cómo son de participativos los españoles en las conversaciones que les pueden afectar. Así una señora empezó a alegar que se corrieran para atrás para poder bajarse, y comenzó un diálogo de sordos en que unos se justificaban porque no se movían, otros alegando que no podían hacerlo por que los estaban tapando y otros, bien al fondo diciendo que ya lo habían hecho.
El Palacio Real imponente. Son como simbolos del pasado en que los distintos pueblos manifestaban sus aspiraciones de dominio. Sin duda que estos palacios procuraban demostrar al pueblo y a los pueblos el poderío del país.
Luego del Palacio Real, nos dirigimos caminando hacia la Plaza Mayor. Pasamos por la plaza del Ayuntamiento, donde está Alvaro de Bazán y nos sacamos una fotos. Luego gozamos los rincones del viejo Madrid de los Austrias y pasamos frente a la estatua de don Alvaro de Bazán, en la plaza del Ayuntamiento. Finalmente llegamos al restaurante tan recomendado por nuestro cuñado Gonzalo. El Restaurante de Botín. En realidad muy buena recomendación. Aparte de estar bien ubicado, tiene un ambiente muy cálido, en el edificio más antiguo de la plaza, y con una comida muy rica. Comimos ternero y cochinillo.
Después de almuerzo la Mamá se fue a clases y nosotros nos dirigimos al Estadio Bernabeu para hacer el tour clásico. Fue muy entretenido, no solo gozó Cristián sino que también las niñitas y yo.
De regreso traté de pasar frente al Departamento donde viví el 67 y donde la Pila tuvo su fiesta de matrimonio. Donde el Casula destruyó un sofa de la marquesa y donde fue atropellado en la plazoleta del frente. Me acuerdo que la dirección era Generalísimo 10, pero como ahora Generalísimo no existe, su nombre fue cambiado por La Castellana, cambiando también la numeración, no pude ubicarlo. Algo percibí, pero no con seguridad. El barrio ha cambiado y ahora todas las plantas bajas de esos edificios, antaño exclusivamente residenciales, son ahora locales comerciales.
Regresamos al Colegio en metro y caminando. Fue una larga jornada y llegamos muy cansados. Comimos y nos acostamos inmediatamente.
Este ha sido el primer día en que pude tomar desayuno, vale decir me levanté antes de las 9.30 am. La Ceci nos vino a despertar y valió la pena. El desayuno es rico y abundante en el Colegio Mayor.
Este día fuimos por la mañana a visitar el Palacio Real. Nos transportamos en un bus público que venía repleto, parecíamos ganado dirigiendonos a la feria. Igual fue pintoresco pues sirvió para conocer a varios personajes y también pecibir cómo son de participativos los españoles en las conversaciones que les pueden afectar. Así una señora empezó a alegar que se corrieran para atrás para poder bajarse, y comenzó un diálogo de sordos en que unos se justificaban porque no se movían, otros alegando que no podían hacerlo por que los estaban tapando y otros, bien al fondo diciendo que ya lo habían hecho.
El Palacio Real imponente. Son como simbolos del pasado en que los distintos pueblos manifestaban sus aspiraciones de dominio. Sin duda que estos palacios procuraban demostrar al pueblo y a los pueblos el poderío del país.
Luego del Palacio Real, nos dirigimos caminando hacia la Plaza Mayor. Pasamos por la plaza del Ayuntamiento, donde está Alvaro de Bazán y nos sacamos una fotos. Luego gozamos los rincones del viejo Madrid de los Austrias y pasamos frente a la estatua de don Alvaro de Bazán, en la plaza del Ayuntamiento. Finalmente llegamos al restaurante tan recomendado por nuestro cuñado Gonzalo. El Restaurante de Botín. En realidad muy buena recomendación. Aparte de estar bien ubicado, tiene un ambiente muy cálido, en el edificio más antiguo de la plaza, y con una comida muy rica. Comimos ternero y cochinillo.
Después de almuerzo la Mamá se fue a clases y nosotros nos dirigimos al Estadio Bernabeu para hacer el tour clásico. Fue muy entretenido, no solo gozó Cristián sino que también las niñitas y yo.
De regreso traté de pasar frente al Departamento donde viví el 67 y donde la Pila tuvo su fiesta de matrimonio. Donde el Casula destruyó un sofa de la marquesa y donde fue atropellado en la plazoleta del frente. Me acuerdo que la dirección era Generalísimo 10, pero como ahora Generalísimo no existe, su nombre fue cambiado por La Castellana, cambiando también la numeración, no pude ubicarlo. Algo percibí, pero no con seguridad. El barrio ha cambiado y ahora todas las plantas bajas de esos edificios, antaño exclusivamente residenciales, son ahora locales comerciales.
Regresamos al Colegio en metro y caminando. Fue una larga jornada y llegamos muy cansados. Comimos y nos acostamos inmediatamente.
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