domingo, agosto 17, 2008

Crucero a Europa, Julio 08

Parafraseando el refrán chino de que "un largo viaje comienza con el primer paso", en nuestro caso, el viaje comenzó con una buena preparación teórica de lo que veríamos.   Clases con una profesora que nos mostró los principales lugares que visitaríamos, señalándonos con una descripción general la importancia y rol que éstos jugaron en la historia de nuestra civilización cristiano-occidental.

Crucero_a_Europa_copia

INICIO DEL VIAJE:  18 de julio a las 7 am

El día comenzó con un buen desayuno, contundente, y con la lectura de la prensa nacional. 

Desayuno Vero desenfocado 

Luego nos juntamos todos en el aeropuerto y junto a la Magda y Chimito, el futuro cura, posamos para la eternidad. 

P7180014

Faltan en el grupo viajero la Paulita, Ignacio y Jacinta y también Sofía y Cristóbal con María Gracia.

P7180015

Como era tan temprano, no sabíamos si estábamos viendo doble o no.

Luego abordamos el avión y ya en el medio del océano, me puse a inspeccionar a los viajeros.  Algunos dormían...

P7180019P7180023

P7180024

Otros peluseaban....

P7180016-1P7180020

Y otros aprovechaban el tiempo....

P7180022    

Tras una larga noche de vuelo, llegamos a Madrid, al aeropuerto de Barajas, donde esperamos un par de horas la combinación con el avión que nos llevaría a nuestro destino final:  Roma.   El aeropuerto de Barajas está muy acogedor, con espacios abiertos de muy buen gusto y todo tipo de tiendas muy bien puestas.  Es un aeropuerto definitivamente de primer mundo.  

P7190001P7190002

P7190010

sábado, agosto 16, 2008

Peregrinación a Roma

ROMA: 19 de julio, 12 pm (hora local)

Una vez que nos embarcamos a Roma, nuestro entusiasmo iba creciendo en forma directamente proporcional a nuestro cansancio. La llegada a Roma fue con alegría y ganas de llegar luego a lavarse y cambiarse de ropa. Sin embargo debo confesar que el aeropuerto de Roma, el Leonardo da Vinci o Fiumichino, deja mucho que desear. Bien antiguo, feo y caótico. Pero igual estábamos de buena onda como para dejar pasar estas primeras impresiones de nuestro primer contacto con Italia.

Una vez que recuperamos las maletas, fuimos a ubicar el bus que resultó ser una gran máquina solo para nosotros.

P7190013 P7190015

Esperando que salgan las maletas del avión. Todo un bus para el grupo

Una vez instalados en Roma en un convento de monjitas muy limpio, acogedor y bien ubicado (cerca del Vaticano, del Castel St. Angelo, del metro,...), nos duchamos y partimos tipo dos de la tarde a la gran aventura de conocer la "ciudad eterna". Convento RomaRoma Convento 2

Arriba, el edificio cuadrado con un patio al interior, era nuestro convento. Abajo, el barrio donde se ubica el convento

Lo primero que hicimos fue ir a la Iglesia de San Pablo Extramuro. En este año paulino, visitarla, rezar por las intenciones del Papa, confesarse y comulgar permite obtener una indulgencia plenaria. La Iglesia, donde está enterrado el apóstol San Pablo, es una de las basílicas más grandes de Roma luego de San Pedro. Artísticamente es una gran pieza arquitectónica y que contiene muchas obras de arte valiosas así como mosaicos muy impresionantes.

P7190023P7190026

Dirigiéndonos a tomar el bus para ir a San Pablo Extramuro. En ese bus le robaron la cámara a la Fran. En el paradero una vieja loca extravagante le pegó a la vero con una especie de trompo de madera. Nunca supimos si fue por bromista o por mala

P7190027

Justo arriba del paradero estaba la Embajada de Chile. La patria siempre marca!

P7190032P7190038

La imponente Basílica de San Pablo, con sus columnatas, la estatua de San Pablo y su frontis de mosaicos nos invita a recordar lo que fueron los primeros pasos de estos hombres que cristianizaron el mundo

P7190045P7190042

La puerta que solo se abre para los años de jubileo y el techo de la Basílica son piezas de arte y fervor religioso

P7190043

Luego de visitar esta impresionante iglesia y haber solicitados las indulgencias, nos fuimos a ver la Iglesia de San Juan de Letrán. Para ello tomamos el metro, que deja mucho que desear en Roma. Uno pensaría que aprovecharían las estaciones para hacerlas como museos, con tantas cosas que tienen para mostrar, pero no es así. Son más bien feas, sin nada acogedor y sucias. Los carros todos pintarrajeados, no son amistosos.

P7190065

viernes, agosto 15, 2008

Peregrinación a Roma (2)

Luego de San Pablo, nos dirigimos a la Iglesia de San Juan de Letrán. Otra de las Iglesias emblemáticas de Roma. Tambien queríamos ver la escalera por la que Jesús tuvo que subir para que Poncio Pilatos lo interrogara sobre la verdad de las acusaciones que se le hacían. La escalera contiene veintiocho escalones y fueron traídos a Roma por Santa Elena, la madre de Constantino. Hoy día están protegidos por tablones de madera por los que los fieles suben de rodilla para recordar el sufrimiento y flagelación de Jesús.

P7190068

La impresionante Iglesia de San Juan de Letrán con sus imponentes estatuas en la fachada

P7190071

La Iglesia en la que se ubica la escala por la que subió Jesús para ser juzgado por Pilatos.

P7190074P7190075

El techo de la Iglesia de San Juan de Letrán es una obra de arte.

P7190077

P7190078

Sus dimensiones son muy grandes y sus estatuas muy proporcionadas.

P7190081

P7190083 P7190084

El grupo, el Chuma haciendo equilibrio y otra parte del grupo

jueves, agosto 14, 2008

Peregrinación a Roma (3)

Luego de San Juan de Letrán, decidimos partir a ver el foro romano. Quisimos caminar cuánto podíamos pero ya eran pasadas las 4 pm y luego de haber tomado el avión el día anterior a las 7 am, no habíamos tenido descanso. Debíamos también almorzar. Por eso, mientras caminabamos hacia el foro romano, y cruzarnos con algunas curiosidades, encontramos un restaurancito bien simpático pero modesto, donde comimos algunas pizzas y pastas varias. En el camino pasamos por una iglesia donde se celebraba un matrimonio y afuera esperaba a los novios un auto "smart", que son como unos mini o los antiguos "huevitos", solo caben dos personas.

P7190086P7190093

Un diminuto auto de novia espera a los recién casados para llevarlos después de su matrimonio religioso a la celebración. Chuma con sus ahijados y parte del grupo.

Luego del almuerzo, seguimos con nuestra caminata. Ya estábamos al lado del Coliseo, otra de las obras que no hay que dejar de ver en Roma.

P7190100

Posando por primera vez ante el Coliseo

P7190113

P7190114

Se comenzaron a formar amistades

P7190120 P7190132

Algunos Romanos guerreros y restos del Foro Romano

P7190140P7190142

El Campigdolio y su imponente estatua de Marco Aurelio

Finalmente nos volvimos al hotel, después de caminar por la via Il Corso aproximadamente unos 45 minutos seguidos, sin contar todo lo que recorrimos ese día. Estábamos muy cansados pero muy contentos de todo lo que estabamos viendo. La vuelta fue reccorriendo la calle que sale del monumento a Víctor Manuel hasta la Piazza del Popolo. De ahí tomamos el puente que cruza el Tevere, para luego de unas seis cuadras llegar al convento donde alojamos.

Una buena ducha reponedora y al sobre. Al día siguiente teníamos que madrugar para ir a la Misa a San Pedro.

miércoles, agosto 13, 2008

Peregrinación a Roma (4)

Es domingo 20 de julio. Tenemos Misa en el Vaticano a las 7.40 am. Por lo tanto la levantada debe ser temprano. Nos juntamos en la entrada de nuestro alojamiento y de ahí el grupo se va caminando a San Pedro. No son más de 20 minutos de una agradable caminata a esa hora de la mañana. La Misa la celebrará el sacerdote Cristián Borgoño Barros, primo o pariente del Chuma. Se consiguió una de las capillitas que se ubica debajo del altar central, justo al lado de donde está enterrado San Pedro.

P7200005

Muy elegantes para la Misa en San Pedro

P7200008

San Pedro el Domingo temprano, todavía no hay mucho público

El Evangelio fue sobre la parábola del hombre que siembra una semilla y que en el medio de la noche un enemigo planta cizaña en medio de su cultivo. El padre sobre este evangelio y por el hecho de estar en Roma tres familias numerosas, hizo una prédica bien asertiva, destacando, además del rol que tienen los cristianos de ser levadura y resistir la cizaña, que venir a Roma es venir a revisar la historia y actualizarse, comprobando en persona los pasos que dieron los primeros cristianos que ofrecieron su vida por defender a Jesucristo. Recordó que cuando uno se cambia de casa, muchas veces se encuentra con recuerdos que había dejado olvidados y que al encontrarlos comienza a revisarlos, incluso para ver antecedentes de sus antepasados. La venida a Roma debe servir para este propósito, reencontrarse con el pasado y los origenes del cristianismo.

IMG_4810

El Padre Cristián predicando en una de las capillas debajo del Altar de San Pedro

Luego de la Misa, fuimos a ver la tumba de Juan Pablo II y la estatua de San José María Escrivá. En ese recorrido, nos perdimos de la Vero y la Fran. Yo me quedé buscandolas y les dije al resto del grupo que nos encontrábamos en el hotel, donde tomaríamos desayuno. Estuve recorriendo varios pasillos de San Pedro, Iglesia imponente y enorme, con mucha gente, pues a pesar de ser temprano, era día domingo y ya comenzaban a llegar los fieles a esa hora. No tenía muchas esperanzas de encontrar a las perdidas, pero, de repente aparecieron y partimos caminando al hotel a tomar desayuno. Ahí llegamos antes que el resto del grupo, pues pensó que nos encontraría y lamentablemente no fue así. El encuentro fue en el comedor del lugar donde alojabamos.

P7200018 P7200017

Un desayuno no le viene mal a nadie

Después del desayuno, partimos a recorrer Roma. La idea era ir a la Iglesia Santa María de la Mayor, para luego caminar por las calles de Roma, perderse en ellas, como alguien definió la mejor manera de conocer la ciudad.

P7200021P7200023

P7200024 P7200026

P7200028 P7200030

Diversas escenas frente y detrás de la la Iglesia Santa María de la Maggiora

P7200031 P7200034

Perdiendonos por las calles de Roma

P7200035P7200037

San Pietro i Vincoli y la columna de San Pedro en el foro romano

Luego seguimos nuesttra larga caminata hacia la Piazza Navona, el Panteon, para culminar camino a las Catacumbas. Esto último fue logrado luego de hacer varios intentos y consultar en distintas partes cómo se llegaba a las catacumbas. Nadie supo darnos buenos datos. Increíble que esto ocurra en Roma. Llegamos a las Catacumbas de Santa Irene casi por casualidad, pues estando en el paradero esperando que llegara el bus que nos llevaría, una buena persona que también esperaba el bus nos aconsejó ir a unas que quedaban más cerca y que también eran una de las más importantes de la ciudad. Por suerte seguimos sus consejos.

P7200046P7200050

La piazza Navona y el Panteon son muestras de las grandes obras arquitectónicas que ofrece Roma al mundo

También cuando estabamos dirigiendonos a las catacumbas en el metro, nos metimos a una estación en la que apenas pudimos ingresar al andén, pues estaba colapsada de tanta gente. Era día domingo y por eso seguramente había menos frecuencia de trenes. Pero igual en una ciudad como Roma, con tanto turismo, debiera ser importante mantener un nivel de frecuencias que permitiera el tránsito fluído por la ciudad. Tanto es así, que nosotros siendo un grupo de 21 personas más dos guaguas, cuando llegó el carro de metro, cuatro personas no pudieron ingresar a los coches, quedando el grupo separado y sin sabe el resto donde bajarse. Como las frecuencias eran bajas, significaba casi perder la oportunidad de ir a las catacumbas, pues además los horarios no están hechos para el turismo.

Finalmente pudimos reencontrarnos todo el grupo y nos salimos del metro para tomar un autobus. Las catacumbas son una historia espectacular. Los primeros cristianos lo deben haber pasado muy mal en Roma, pero gracias a su fe, su tenacidad y su compromiso, no solo pudieron ganarse la adhesión de las personas, sino que también lograr consolidar a la Iglesia Católica que se esparció por el resto del mundo.

P7200067

Frente al Hipódromo Romano

P7200068

En las Catacumbas de Santa Inés (replicando cómo se enterraban a a los muertos)

P7200069P7200073

La Iglesia de Santa Inés,escenas de su muerte (mosaico)

P7200076P7200077

Conociendo detalles de la vida de Santa Inés contados por Tita y e historias de la familia contados por la Sofía

Después de las catacumbas, volvimos a tomar el bus para dirigirnos a la Fontana di Trevi. El recorrido esta vez fue más rápido pues ya sabíamos el camino. Nos bajamos del bus y comenzamos nuevamente nuestras caminatas largas e interminables por las calles de Roma. Pasamos por el Palacio del Quirinal, donde habia una ceremonia de cambio de guardia, luego desembocamos en la Fontana di Trevi.

P7200082P7200078

Cambio de guardia frente al Palacio del Quirinal. A la derecha, Alberto queriendo arrancarse en una motorina.

P7200089P7200090

La Fontana de Trevi, siempre refrescante

P7200097P7200098

Una buena lavada de pelos no le viene mal a nadie!

P7200099P7200100

Diversos modelos que se ven solo en Italia

Nuestra caminata continuó hacia la Piazza del Popolo, donde debíamos encontrarnos con el Padre Cristián, a quien convidamos a comer. El trayecto comprendió pasar por la Plaza España, siempre con tan buen ambiente para finalmente desmbocar en nuestro destino final.

P7200101P7200103

P7200104P7200107

La Plaza España en Roma está siempre acogiendo a los turistas

Finalmente llegamos a la Plaza del Popolo, que también tiene mucha vida. Aquí algunas fotos del día. Finalmente nos fuimos a comer a un restaurante al otro lado del rio, llamado Pasta Rito. El lugar es bien simpático y se come bien, aunque debo confesar que la panacota que comí allí no es mejor que la del Tiramisú.

P7200109P7200110P7200114 La Plaza del Popolo y la Carmen tomando un merecido descanso, no necesariamente en una merecida silla

P7200115P7200116

En la plaza del Popolo nos encontramos con la Paulita, Ignacio y la Jacinta, quienes llegaron ese día de New Bern. También llegaron de Chile la Sofita, Cristóbal y María Gracia. El grupo completo se reunía en la Plaza para así iniciar nuestra aventura marítima al día siguiente.