El lunes 21 bien temprano partimos a visitar la Capilla Sixtina. Habíamos comprado entradas por INTERNET, por lo que no teníamos que hacer la larga fila que ya a las 8.30 am alcanzaba más de tres cuadras de extensión. Igual, tuvimos que hacer algo de cola, pues también los que compraban por INTERNET son numerosos. Nos juntamos en la vereda del frente a la entrada de los Museos del Vaticano y pasamos algún susto porque nos desencontramos con el resto de los Domínguez, que habían partido después del hotel. Entre tanta multitud, era fácil perderse y si nos nos reagrupabamos, perdíamos nuestra opción preferencial.
Por suerte contabamos con un buen líder que aglutinó al grupo. Una vez dentro de los Museos, María Gracia quiso fotografiarse frente al Vaticano.
El Museo del Vaticano contiene un enorme tesoro artistico que recoge los testimonios de la Iglesia a lo largo de la historia. Su riqueza es enorme su valor se mide por la expresión de fe que transmite. La visita a las distintas salas se debe hacer en forma muy rápida y pensando que hay mucha gente que quiere ver estas obras de arte, por lo que no es posible detenerse por mucho tiempo para observar cada una de ellas. Con todo, se puede percibir la gran trascendencia que transmiten. Como no se permiten fotografías en la mayoría de las salas, solo pudimos sacar algunos recuerdos por ejemplo de los jardines del Vaticano, que se ven desde una de las ventanas del museo. También pudimos fotografiar a la Vero frente a uno de los cuadros de Rafael, precisamente uno que retrata a Platón y a Aristóteles juntos, uno apuntando hacia el cielo, dando más énfasis al mundo de las ideas, y el otro hacia la tierra, destacando también cómo aterrizar las ideas.
Una vez terminada la visita a los Museos del Vaticano, partimos al hotel a buscar las maletas y tomar el bus para dirigirnos a Civitavechia, donde nos esperaba el Galaxy. Se iniciaría así la navegación que nos llevaría por distintas islas griegas así como Estambul, Efesos y Atenas. Una ruta que fue muy frecuentada por los primeros cristianos y que como lo dijo el Padre Cristián Borgoño en la prédica que nos hizo en San Pedro, nos permitiría comprender mejor el sentido del cristianismo y el rol de la Iglesia en el mundo.
El Galaxy a minutos de embarcarnos y la Ceci en la cubierta cuando partíamos de Civitavechia.
Próxima parada: Miconos
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