Parte de lo que recorrimos de la ciudad de Estambul |
Nuestra llegada a Estambul fue el sábado 26 de julio a las 12 pm. Teníamos toda la tarde de ese día y el domingo hasta las 4 pm para recorrer la ciudad.
La llegada por mar ofrece una vista espectacular de Estambul con su mezquitas y minaretes apuntando al cielo |
En Estambul nos estaba esperando un guía con un minibus que sería nuestra compañía en durante nuestra estadía. Priorizamos el sábado para ver el Bazaar de las Especies y el Gran Bazaar, pues el domingo no abren. Por lo tanto nuestro recorrido comenzó en el Bazaar de las Especies.
La entrada al Bazaar de las especies, un lugar limpio, ordenado con vendedores educados y políglotas, ofrecen todo tipo de especias, adornos y objetos decorativos, muy pintoresco! |
Analizando qué estrategia desarrollar para maximizar el regateo
Fotos tomadas por la Carmen en el Bazaar de las especiesDel Bazaar de las especies, seguimos nuestro recorrido a la Iglesia de Santa Sofía, que ya no es iglesia sino que un mero museo. Es una construcción que impresiona por sus dimensiones (su cúpula tiene una altura de 60 mts. apoyada solamente en 4 pilares). Construida alrededor del año 530 bajo el mandato de Justiniano, fue usada como iglesia cristiana casi por 1000 años, hasta el 1453, cuando Constantinopla fue conquistada por los Turcos, en que fue convertida en mezquita. En 1935 fue convertida en museo bajo el gobierno de Kemal Ataturk.
Durante el período que fue mezquita, sus mosaicos con figuras fueron tapados y recién ahora comienzan a ser descubiertos. Una virgen con el niño ha aparecido en uno de sus techos luego de un buen trabajo de restauración.
La Iglesia de Santa Sofía, hoy convertida en museo, fue una de las iglesias más grande del mundo hasta la construcción de San Pedro en Roma
El mosaico de la Virgen con el Niño en la cúpula de la Iglesia de Santa Sofía
Mosaico de la Virgen con el niño rodeada por San Pedro (a cargo de la Iglesia de Cristo) y Justiniano (a cargo del Imperio)Luego nos fuimos a visitar la Cisterna de Basílica o de Yerebatan, ubicada frente a Santa sofia. Esta cisterna fue construída para evitar que el enemigo fuera a cortar el suministro de agua a la ciudad o envenenar el agua. Fue construída sobre la base de 336 columnas traídas de distintas partes del imperio romana y tiene una capacidad de almacenaje de hasta 80.000 mts. cúbicos. Al fondo de este gran espacio hay dos columnas que descansan dos cabezas de Medusa.
Escenas de la película de James Bond "De Rusia con Amor" fueron filmadas en en este recinto.
Las columnas de La Cisterna de Yerebatan sostienen este impresionante espacio subterráneo. Dos cabezas de Medusa apoyan dos columnas al fondo de este espacioLuego nos fuimos a visitar el Gran Bazaar. Eran como las 15.30 hrs. y los sábados cierran a las 5 pm.
Una de las puertas de entrada al Gran Bazaar (Nuruosmaniye Camii)Este lugar es parecido al Bazaar de las Especies, solo que es más grande y con más diversidad de comercio. Es muy atractivo, las tiendas están muy bien puestas, todo es limpio y a pesar de no haber visto policías, uno se siente muy seguro. Estando recorriendo sus pasillos, tocó la hora de la oración (en la religión musulmana hay seis oraciones públicas durante el día), y vimos como se llamaba especialmente a este acto. No me dio la impresión, que le hicieran mucho caso. No vi a gente deteniendo su rutina.
La Ceci paseando por el Gran Bazaar, el llamado a la oración y "el Igna" lavándose las manos cual lugareño másUna vez finalizada la visita al Gran Bazaar, el guía nos llevó a un lugar donde vendían alfombras, cerca de donde estábamos. Nos fuimos caminando por un paseo peatonal con tiendas muy bonitas y restaurantes o cafés con mucho ambiente. El edificio de las alfombras tenía varios pisos y cada uno estaba adaptado para distintos tipos de clientes. A nosotros nos llevaron a un cuarto piso, me parece. Nos sentaron contra la pared en una enorme sala que no tenía nada al medio sino un bonito parquet. El que hacía de jefe del grupo nos dio la bienvenida con un muy buen español y nos ofreció té de manzana a todo el grupo (eramos 21 adultos). Y comenzó el show: Sin compromiso. Con mucho tácto nos comenzó a decir que quería mostrarnos cómo se hacían las alfombras, que tenía una gran variedad y de todos los precios, y que nos mostraría toda la variedad que tenía. Parecía interesante el ejercicio!
El grupo disfrutando la tratada de vender alfombras "sin compromiso"En la medida que pasaban los minutos, este parquet iba desapareciendo y el piso se cubría con más y más alfombras, formando una especie de colchón de alfombras de todo tipo. Se saben muy bien el cuento estos tipos. Pero como eran simpáticos, sabían su oficio y las alfombras además de bonitas, eran baratas, motivó a uno del grupo a comprar una buena y gran alfombra. Los vendedores cumplieron su objetivo!
Luego de la compra, partimos de regreso al minibus para seguir nuestro próximo recorrido: La iglesia de San Antonio, donde asistiríamos a misa.
Jacinta, Ceci y yo en el paseo peatonal a la salida de la tienda de alfombras y frente a la entrada al Gran Bazaar
La Iglesia de San Antonio en Estambul.La misa la hizo un curita africano que comenzó haciendola en italiano y terminó hablando en inglés. No fue en la nave central pues había muy poca gente (y eso que era sábado). Cuando llegamos el grupo de 21 adultos y dos guaguas, repletamos lo que se pensó que ya estaba bastante lleno. Fue entonces cuando el sacerdote preguntó cuántos hablaban italiano y cuántos entendían inglés. Fue al parecer una liberación para él pues el italiano lo dominaba bastante poco. Su prédica fue participativa y así fue como le preguntó al público qué pediríamos en caso de poder obtenerlo. Alguien de nuestro grupo contestó más gracia y fe, lo que era precisamente lo que estaba esperando el curita para basar su prédica en esa respuesta.
El recorrido que hicimos a pie está en rojoLuego de la misa, emprendimos el regreso al barco. Lo hicimos por un paseo peatonal bastante concurrido a esa hora, como las 18 hrs. Como era difícil caminar todos juntos entre tanta multitud, además de que algunos se metieron a un local que tenía Internet, el grupo se fue separando. Gran error. Al final no sabíamos quién estaba con quién y el regreso no era fácil. Eran muchas cuadras (alrededor de unas 40), y era difícil encontrar a alguien que hablara inglés. De hecho yo tuve que meterme en un hotel para preguntar cómo regresar al barco. Yo andaba con la Ceci, la Fran y la Maida. Ya comenzaba a oscurecer y teníamos que llegar a una plaza, al final del paseo, para ahí retomar la calle que nos conduciría a la orilla del mar, por donde deberíamos caminar para llegar al muelle. Cuando llegamos a la plaza, ya estaba oscuro. Pero no daba la sensación de inseguridad. De ahí tomamos una calle que desembocaba en la plaza y comenzamos a caminar en dirección al mar y descendiendo, pues estábamos sobre una colina. Caminamos mucho y finalmente llegamos a un parque que era la antesala de la avenida que costeaba el mar. Fue ahí cuando comenzó a llover. Era lluvia sin frío. Nosotros no estabamos preparados para la lluvia, así es que nos mojamos harto, pero igual no pasamos frío. El camino igual era largo. Caminábamos y caminábamos y los barcos no se veían. No era para preocuparse, pero igual comencé a inquietarme. A veces el camino era medio solitario, pasaban muchos autos y nos cruzábamos de vez en cuando con algunas personas. Yo con tres niñitas a cargo, no dejaba de inquietarme la situación. Ellas en todo caso felices, a parecer no habían tenido mucha experiencia en lluvias con calor. En un momento pasamos por unas pozas que parecían arenas movedizas y que nos dejaron con todos los pies embarrados. Eso a ellas les encantaba. Finalmente a lo lejos comenzamos a divisar barcos, lo que implicaba que estábamos llegando a destino. Sin embargo había un último desafío que pasar. Poco antes de los edificios por donde se ingresaba al recinto que antecedía la entrada al barco, había un barrio que tenía algunos bares o restaurantes no muy elegantes, por no decir lo contrario. Ahí me dio algo de susto cuando pasábamos frente a esos bares, y yo con las tres niñitas. Pero gracias a Dios no ocurrió nada y finalmente llegamos al barco. Ahí tuvimos que esperar al resto del grupo porque la Maida estaba sin su tarjeta y no podía ingresar a la nave.
Ahora nuestra preocupación era que llegaran todos y nadie estuviera perdido. Pero solo lo sabríamos en algunos momentos más. Finalmente nos encontramos todos y nos fuimos a comer unas pizas y pastas al restaurante de la piscina cubierta. Y así concluyó el día.
El domingo 27 iniciamos nuestra salida a las 8.30 am. El guía nos estaba esperando para llevarnos a la Iglesia de San Salvador Coro.
El grupo en la Iglesia Salvador CoroNuestro siguiente recorrido fue la "Mezquita Azul". Es una de las más importantes de la ciudad y se caracteriza por tener seis minaretes. Dicen que el arquitecto tuvo el encargo de hacer un minarete de oro, pero al ver que eso era casi imposible, hizo un juego de palabras, ya que oro y seis en turco son palabras muy parecidas, y se la sacó de esa manera.
La Mezquita azul, con sus seis minaretes se presenta como la mezquita más importante de EstambulLa Mezquita Azul tiene un interior muy rico en adornos, en especial sus mosaicos azules de Izmir.
El interior de la Mezquita presenta grandes espacios imponentes y luminosos
En el exterior una serie de personajes compenetrados de la cultura musulmana y los contrastes entre modernidad y tradición
La familia con la mezquita Azul de fondoFinalmente continuamos nuestro recorrido visitando el Palacio de Topkapi. Yo había oído hablar de este lugar por la película en que se robaban la famosa esmeralda, la segunda más grande del mundo. El Palacio es una gran extensión de jardines y de edificios que ahora son museo. Eran el lugar donde el Sultán vivía y gobernaba.
En los jardines me encontré con esta joven mujer que pude captar en toda su belleza.El Palacio es muy completo y difícil poder visitarlo ni siquiera parcialmente en lo que nos quedaba de mañana. Por lo tanto, hicimos una pasada rápida por parte de sus dependencias, incluída la sala donde está el diamante más grande del mundo, después del que tiene la Reina de Inglaterra, y luego regresamos al barco para partir rumbo a Efesos.
Unas tomas en Topkapi antes de embarcarnos rumbo a Efesos
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