Ubicada al este del mar Egeo, casi incrustándose en Turquía, se encuentra Rodas. Con alrededor de 170.000 habitantes, mitad griegos y mitad turcos, esta isla griega pertenece a lo que se llama el Dodecaneso.
Llegamos a Rodas el 24 de julio a las 8.30 am. Ya todo el grupo estaba tomado desayuno y listo para partir a visitar en forma relámpago la ciudad de Rodas, la capital de la isla. No estaríamos mucho tiempo en ella, por lo que era necesario aprovechar al máximo el tiempo.
La ciudad amurallada de Rodas se presenta amistosamente al turista. Con calles limpias y bien cuidadas, muestra los vestigios de las civilizaciones que pasaron a través de esta isla
La parte amurallada de Rodas tiene mucha historia, palacios, castillos y también comercio, pero todo puesto con mucho encanto
Al final de la calle del comercio, se muestra la mezquita con su gran minarete
Aunque con otro propósito, los caballeros cruzados volvieron a Rodas en el siglo XXI
También habían esculturas vivas
Templo de Afrodita
Durante el período de la segunda guerra mundial, los nazis se llevaron más de 2.500 judíos que nunca más regresaron a la isla. Ello marcó a los isleños que levantaron un monumento en el centro de la plaza de Rodas.
También visitamos el Palacio de Rodas, que fue reconstruído por los italianos a mediados del siglo XX. Los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalem estuvieron instalados en Rodas por más de dos siglos (1309 a 1522), para luego partir a Italia y finalmente establecerse en Malta. Son lo que hoy en día se conoce por los Caballeros de la Orden de Malta.
En la foto lo equivalente a lo que sería un Caballero de la Orden de San Juan. A la derecha vemos el patio del Palacio de Rodas
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